Sumergirte plenamente en el drama de uno de los momentos que pusieron en jaque a toda la humanidad. Pasar de la estupefacción al terror absoluto. Disfrutar de lo que siempre tuvo que ser el cine: una forma maravillosa de relatar historias.  

Chernobyl (2019, HBO) es una joya pulida con la delicadeza que exige el momento histórico que cuenta y nos ofrece cinco episodios de un altísimo nivel. Una narración que se mastica con calma y que se saborea una y otra vez, advirtiendo todos los matices, pero dejando espacio para nuestra propia reflexión.

Valery Legásov, ingeniero nuclear de la extinta URSS, es el catalizador de una historia que me ha hecho recuperar la fe en la televisión comercial y en especial, tras el descalabro absoluto de Juego de Tronos, en HBO.

Así, a través de las situaciones que tuvo que vivir Legásov después del desastre de Chernóbil, entendemos un poco más las razones que nos llevaron al borde de la catástrofe nuclear absoluta.

No es tanto la reproducción de uno de los momentos más críticos de nuestra historia reciente, sino la forma de contarlo. Esto va más de crear una atmósfera que envuelve cada escena, de cómo se cuenta bien una historia para que el espectador se vaya sintiendo en cada instante más y más enredado en su tela de araña.

HBO nos ha regalado esta pequeña pero gran obra maestra para endulzar nuestro amargo 2019 cinematográfico y nos devuelve la esperanza por lo que esté por venir.

Muy recomendable

9/10