Hace ya unos cuantos largos años cuando los teléfonos se pusieron en marcha llegó el momento de plantear un paso más allá en el sistema de telefonía.

Disponíamos ya de los terminales y la tecnología había sido probada.

Las llamadas, inicialmente, pasaban por una centralita que era la encargada de enrutar manualmente las mismas. Todos tenemos en la mente la imagen de mujeres, porque en su mayoría lo eran, conectando y desconectando continuamente cables en paneles inmensos.

Había que superar esto y se decidió emplear un sistema de señalización automática.

El primero de los sistemas fue el conocido como sistema de pulsos.

Sistema de pulsos.

Dado que vivíamos en un mundo plenamente analógico por aquellos tiempos, los ingenieros resolvieron el asunto de la forma más sencilla y directa: si los teléfonos usaban la corriente eléctrica para transmitir voz, la usarían también para enviar la señalización. ¿Cómo?

Bueno tengamos en cuenta que el teléfono es una evolución del telégrafo así que no es difícil entender que se usaran «pulsos» eléctricos en la línea telefónica para mandar información.

De esta manera, y con los años, todas las casas dispondrían de uno de estos vetustos terminales telefónicos.

blog_telefono_rueda_1

La famosa rueda era en realidad la encargada de enviar los pulsos adecuados en función de dónde nos parásemos al girarla indicándole así a la centralita la numeración escogida.

Con el paso del tiempo llegaron los botones, que eran más modernos y se terminó por perfeccionar el sistema.

DTMF: Dual Tone Multi Frequency

Pese a que seguíamos en el mundo puramente analógico los grandes pensadores de la telefonía mundial habían dominado el espectro de frecuencias sonoras y plantearon una alternativa al monótono y algunas veces cansino sistema de pulsos.

DTMF, Tono dual multi-frecuencia es un sistema de señalización que envía dos tonos de frecuencia distinta a través de la línea telefónica y que identificaban claramente cada uno de los números marcados.

blog_telefono_domo

Así llegarón los «tonitos» al marcar que todavía perviven en nuestros tiempos en los sistemas de telefonía fija convencional y que hemos heredado más por convencionalismo que por necesidad real en los sistemas de telefonía digital (Voz sobre IP o telefonía móvil).

Experimenta tú mismo. 

Si aún tienes el privilegio de guardar un teléfono de rueda haz la prueba, marca cualquiera de los números y pon especial atención al auricular. Notarás un sinfín de microcortes mientras la rueda gira: eso son los pulsos.