Hoy muchos telediarios y la gran mayoría de prensa deportiva cambiarán el foco constante que tienen sobre el fútbol español. Anoche, o más bien esta madrugada, en Nueva York se produjo un hecho histórico no sólo para el baloncesto español, que ya es decir, sino también para la propia NBA, lo que son palabras mayores.

Esta madrugada dos hermanos por primera vez llegaban a jugar el All Star Game: el partido de las estrellas de la mejor liga de baloncesto del mundo.

Un hecho sin precedentes.

Esto supone un reconocimiento a nivel internacional de dos de las carreras más brillantes que nuestro deporte patrio ha dado.

Pau Gasol fue el primero en aterrizar, siguiendo los pasos del ya mítico Fernando Martín,  y años más tarde le tocó el turno a su hermano.

Ambos llevan ya años militando en la liga más competitiva del mundo y haciéndolo a un grandísimo nivel.

Son un claro ejemplo de que los límites nos los marcamos nosotros. Seguramente ellos soñaron un día en jugar en la mejor liga del mundo, anoche los dos saltaron más alto de lo que jamás nadie había hecho. Anoche tocaron el cielo.