Aunque se trataba de algo bastante predecible tras las últimas encuestas, finalmente a las 5 de la pasada madrugada se confirmó.

Barack Obama será el primer presidente de color en la historia de los Estados Unidos de América durante los próximos cuatro años.

Pero más allá del simbolismo de este hecho, muchos de los ciudadanos del mundo no americanos vemos en la llegada de Obama ese hilo de esperanza que trae el cambio.

Quizás, porque luego nunca se sabe, el «we can change» se convierta en una realidad y termine siendo un «we changed» y con él venga un mundo un poquito mejor.
Mucha suerte Obama.