Basada en la novela homónima (The Hunger Games) de la escritora Suzanne Collins, el pasado 20 de abril se estrenó la adaptación cinematográfica de esta historia de ciencia ficción futurista.

Dirigida con mucho acierto por Gary Ross, Los Juegos del Hambre nos narra la historia de Katniss Everdeen, una joven habitante del Distrito 12.

Nos encontramos sumidos en una ficticia Norteamérica dividida en 12 Distritos controlados por la metrópolis: el Capitolio, 74 años después de aplacar las violentas rebeliones en contra suya. El gobierno  instaura durante la temporada anual de la “Cosecha” los denominados Juegos del Hambre con el propósito de recordar a los habitantes de los Distritos quién ostenta el poder y mandar un mensaje claro de que no volverá a tolerar ningún tipo de insumisión.

En estos Juegos se escoge a un chico y a una chica de entre 12 y 18 años de cada Distrito y se les hace enfrentarse a todos ellos en un duelo a muerte donde sólo uno de ellos sobrevivirá.

Jennifer Lawrence es la actriz encargada de dar vida a la protagonista de esta historia y, junto con Josh Hutcherson y Liam Hemsworth, forma el elenco de jóvenes actores de esta primera parte de la trilogía.

Detrás de esta historia podemos entrever una velada crítica a la actual sociedad de consumo. Una sociedad donde el dinero, la publicidad y la opulencia del denominado Primer Mundo esconden las miserias de aquellos que por desgracia les ha tocado vivir en zonas con menor capacidad económica.

Valores como la moral, el sacrificio, el compañerismo y el amor son los pilares sobre los que la historia va desarrollándose. Sin demasiadas pretensiones ni giros argumentales extraños, Los Juegos del Hambre se presenta ante el espectador como una historia sencilla, con un mensaje importante en los tiempos que corren, y con un hilo conductor que engancha durante todo el largometraje.

Así pues, tanto la novela como la película son dos opciones de disfrutar de esta interesante historia de un futuro ficticio, que quizá no lo sea tanto.

Bienvenidos, por tanto, a los septuagésimo cuartos Juegos del Hambre.

Y que la suerte esté de vuestro lado.