Esta vez tiene que ser la vencida para el pobre Di Caprio. Ha puesto mucho empeño para conseguir la ansiadísima estatuilla de oro y convertir su nombre en leyenda al pertenecer a la lista de premiados de los Oscar.

En The Revenant (El Renacido) se ha construido un papel a su medida. Milimetrando cada plano para convertirle en centro de atención de las más de dos horas que dura la película.

Un argumento simple

Rozando lo simplón.

No me malinterpretéis, la historia está bien, es redonda, tiene lógica y permite seguir fácilmente el devenir de los acontecimientos.

Resumiendo, Hugh Glass (Di Caprio) es un colono americano que de alguna forma ha vivido entre indios y ha aprendido a mimetizarse con el entorno. Por otros azares de la vida, termina formando parte de una expedición que comercia con pieles. Durante una de sus incursiones son atacados por unos indios nativos que buscan una mujer secuestrada y los acontecimientos se precipitan.

Pasan una serie de cosas más que marcan la historia y que no quiero desvelar porque resulta interesante para el espectador su factor sorpresa.

Una historia plana

El gran problema del que adolece la historia que nos cuenta Iñárritu es su falta de emoción. Es como estar paseando por una atracción preciosa, cuidada hasta el más mínimo detalle, pero que no termina de transmitirte nada.

Esta falta de interacción espectador-película le resta demasiado, llegando a ser por momentos de una lentitud exasperante.

Sin embargo existen otros pasajes del metraje en los que el espectador se encuentra sumido en un clima de tensión constante que le obliga a mantener la concentración, con una atmósfera que parece querer ahogarnos y que es capaz de envolver perfectamente a los acontecimientos.

Hay que reconocerle al director su impecable puesta en escena de las situaciones más crudas, que acercan al ser humano al nexo con su pasado común con los homínidos, con lo visceral de su alma.

Fotografía impecable

Si por algo brilla enormemente la película es por su indescriptible factura fotográfica. Iñárritu nos regala planos de una maravillosa belleza. La ambientación es, sin duda, una de las grandes virtudes de El Renacido.

Di Caprio derecho al Oscar

Leonardo Di Caprio debería ser el ganador del Oscar al mejor actor este año. No estoy tan seguro de que la película debiera estar ni siquiera nominada, aunque viendo las cadidatas, tampoco es que haya excesiva competencia. Pero lo que está claro es que Di Cpario ha sido capaz de transmitir la crudeza de la vida de la época, el espíritu de supervivencia humano y, quizá esto en menor medida, la sed de venganza, de forma notable.

Si lo que se premia en los Oscar es la calidad interpretativa, creo que no debe haber demasiadas dudas con respecto a ello: Leo es el elegido este año.

Nota: 6/10