El domingo por la noche tuve el placer de disfrutar de la polémica película «Diario de una ninfómana».

Esta producción española dirigida con muy buen hacer por Christian Molina y protagonizada por Belén Fabra narra la historia de una mujer adicta al sexo y de cómo esta adicción influye de diferentes maneras en el transcurso de su vida.

Desde la vertiente más divertida hasta la más trágica, la vida de Val va pasando por diferentes fases mostrándonos desde la primera persona cómo es el mundo de una persona adicta al sexo.

Las escenas más subidas de tono están tratadas desde una visión que evita el morbo y se centra en profundizar algo más en la psicología de las relaciones sexuales.

Más allá de todo esto, es triste tener que comentar que en la Comunidad Madrileña (la de Espe y sus lacayos) se ha censurado el póster que anuncia la película por considerarlo ofensivo y a nivel nacional también ha sido censurado en determinados puntos el tráiler. Cualquiera diría que vivimos en pleno siglo XIX rodeados de cilicios e inquisitores.

Hablando de la película y olvidándonos del resto, pese a ser española con todo lo que esto conlleva, se trata de una película muy recomendable y por la que, esta vez sí, merece la pena pagar la entrada.

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