Los que me conocen bien saben que soy un auténtico apasionado de la buena publicidad.

Obviamente, no llego al Nirvana viendo como los «Special K» de Kellogg’s te hacen ir al baño todos los días a las 7 de la mañana, pero si que me emociona ver que todavía existen, escondidos y muy mal tratados, verdaderos genios del márketing y de la publicidad.

Coca Cola, de vez en cuando, los contrata y se permite el lujo de tener una campaña publicitaria digna.

No digo más, mirad vosotros mismos su último anuncio.

Ultimamente debo estar más tierno que de costumbre porque me ha emocionado. :’)