Blog personal de Sergio Madrigal donde encontrar textos sobre ciencia y tecnología, psicología, cine y literatura y quizá alguna cosita más.

Mes: enero 2014 (página 1 de 1)

Primeros pasos con Prezi

Hace unos días, por motivos de trabajo, tuve que lidiar brevemente con la plataforma de publicación de presentaciones online Prezi.

Pese a que he oído hablar mucho de ella en los últimos años, de hecho recuerdo que algunas de las presentaciones que se realizaron en la primera edición del 49k fueron hechas mediante esta plataforma, nunca le había dado una excesiva relevancia.

Prezi es entorno de diseño y publicación de presentaciones que añade un concepto nuevo al conocido mundo dominado por PowerPoint y Keynote.

La diferencia más sustancial de Prezi es que parte de un único lienzo donde están contenidas todas las diapositivas. Mediante constantes movimientos de zoom y perspectiva es posible desarrollar conceptos muy visuales de una forma coherente e integrada. Esto ayuda bastante a una compresión global del tema que se quiere presentar dando la sensación de que todo forma parte de una misma estructura.

El principal problema que considero tiene este entorno es que en su versión gratuita la edición es exclusivamente online y, por tanto, totalmente dependiente del navegador.

Muchos habréis experimentado la desazón que produce cuando una WebApp consume muchos recursos de nuestro navegador y, por ende, de nuestro sistema.

Con Prezi esta sensación se multiplica al estar realizando una edición intensiva en un entorno fácilmente sobrecargable.

No obstante, Prezi pone a disposición de sus usuarios una versión de escritorio (sólo para Windows y Mac) previo paso por caja.

En definitiva, Prezi aparece como una alternativa a las grandes dominadoras, lo cual no está de más y además ha conseguido introducirse en este mercado mediante un modelo de negocio y unos servicios totalmente diferenciados.

Aquí tenéis un ejemplo:

Reseña: El Hijo de la Luz – Christian Jacq

Quedarse maravillado por el esplendor que un día llegó a alcanzar Egipto como una de las Civilizaciones más grandes de la Humanidad no es algo nuevo para mi.

Christian Jacq comienza con El Hijo de la Luz su detallado periplo a lo largo de la vida y obra del gran faraón Ramses II, hijo de Seti I y conocido como Ramses “El Grande”.

Sin lugar a dudas Ramses II es un personaje histórico al que le rodea tal cantidad de mistiscismo que cualquier obra que trate sobre él tiene un atractivo especial.

El Hijo de la Luz es una novela donde Jacq nos pone en situación: Ramses es el segundo hijo del faraón Seti, figura imponente que ha gobernado con férrea discilplina el destino de las “Dos Tierras” bajo la Ley de Maat. Chenar, su hermano mayor, es el heredero al trono. Sin embargo, el faraón Seti, que ve en Ramses a aquel que debe sucederle y convertirse en el pastor de Egipto, lo designa como Regente.

A partir de ese momento las intrigas en palacio se sucederán. Ramses deberá luchar contra sí mismo y sus miedos y contra todos aquellos que quieren verle caer. Entender y aceptar su destino será el primer paso que deba dar para poder salvar su destino y su vida.

Christian Jacq logra atraer al lector a un mundo histórico entremezclando en su novela los ingredientes necesarios como para mantener la atención en todo momento. El argumento combina la historia, la tradición y costumbres de la época, las relaciones humanas, la búsqueda de la verdad y el amor.

Se trata de un comienzo prometedor para esta pentalogía sobre el Rey de Reyes del Antiguo Egipto.

 

Nota: 8/10

La imagen completa

Los seres humanos tienden a tener lo que se conoce como comportamiento negativista. Es decir, estamos diseñados para darle más importancia a los pensamientos, emociones o experiencias negativas que a las positivas. Esta tendencia puede ser debida a una estrategia evolutiva que buscaba un mecanismo de defensa y protección. Sea como fuere, la realidad es que si somos capaces de evaluar nuestras experiencias de una forma menos parcial, dar un paso hacia atrás para analizarlas, en especial las negativas, nos puede ayudar a entenderlas. Ver la imagen completa suele concebirse como una forma sabia de vivir.

Imagina por un momento que tienes la cara pegada a la pantalla de una televisión y que todo lo que puedes ver es un montón de colores mezclados. Es imposible que sigas ningún programa de televisión. De hecho, ni siquiera podrías decir qué se está emitiendo en esos momentos. Toda tu experiencia es simplemente un conjunto de colores cambiando. Pero en el momento que das un paso hacia atrás eres capaz de ver toda la pantalla  y puedes empezar a entender qué está sucediendo. Cuando estabas demasiado cerca podías llegar a pensar que la pantalla era la única cosa en la habitación. En el momento en el que das ese paso hacia atrás comienzas a darte cuenta de que existen otros elementos: muebles, otras personas, una ventana. Estás siendo capaz de ver la imagen completa.

De lo que se trata, en definitiva, es de permitir a tu cerebro analizar todo lo que te rodea, en especial aquello que pasa por tu cabeza, sin la necesidad de acercarte tanto a ello que termines cegándote, sin juzgarlo y siendo incapaz de entender lo que te sucede.

Seguridad en Redes: Arquitectura AAA

En entornos de seguridad informática, AAA representan las siglas para: Authentication (Autenticación), Authorization (Autorización) & Accounting (Registro).

Se trata de una arquitectura de seguridad que permite la gestión de acceso definiendo políticas de seguridad.

Una forma sencilla de recordar las diferencias entre cada una de las “As” de AAA es la siguiente:

Authentication = ¿Quién?

Mediante la autenticación, el sistema descubre quién es el usuario que está tratando de acceder a determinado recurso y, una vez identificado, le aplica las políticas de seguridad definidas en función de su rol

Authorization = ¿Acceso a qué?

Una vez el usuario ha sido autenticado, es decir, identificado, se le aplican las directivas de seguridad necesarias que, finalmente, le permitirán acceso o no a determinados recursos de la red. Esta fase, conocida como autorización, es en la que se definen estos recursos accesibles para determinados roles.

Accounting = Log.

La última A es la encarga de registrar todos los accesos y movimientos que se realicen a través del sistema de seguridad para disponer de esa información en cualquier momento. Esta parte de la arquitectura puede parecer la menos importante al ser la menos crítica durante la fase de acceso a los recursos pero es de vital importancia cuando se realizan análisis post-incidente para poder encontrar las causas raíz de una brecha de seguridad.

Fundamentalmente existen dos protocolos muy extendidos para la implementación de servicios AAA: RADIUS y TACACS+.

RADIUS

Es la versión pública y más extendida de protocolo AAA. Se trata de un protocolo cliente-servidor que proporciona los tres servicios AAA de forma centralizada y que se ha convertido en el modelo estándar de IETF.

TACACS+

Es la evolución del protocolo TACACS realizada por Cisco que permite añadir a la original autenticación de la que disponía éste de autorización y registro para así convertirlo en un protocolo AAA completo.

Libros de 2013

Como hiciera el año pasado, hoy os traigo la lista de libros que he leído durante el 2013. Están ordenados basándome en mis preferencias y, como novedad este año, he añadido un enlace a su reseña, si la tienen, o una breve descripción en caso de que no.

1. Fábulas de robots – Stanislaw Lem.

Difícil estaba este año en conseguir el número uno. Más que nada porque no he leído una novela que considere que esté muy por encima del resto. Al final he decidido que sea este compendio de fábulas futuristas escritas por Lem la que se lleve el primer premio. La razón fundamental es que es un libro que rebosa originalidad hasta casi desbordarse. Rompe en muchos aspectos las barreras que la ciencia ficción se ha autoimpuesto y nos proporciona momentos realmente mágicos.

2. Palmeras en la nieve – Luz Gabás.

3. La Historia de Tu vida – Ted Chiang.

4. La colina de Watership – Richard Adams.

5. Bajo la misma estrella – John Green.

6. Hijos de la Mente – Orson Scott Card

No llegué a tiempo para hacerle una reseña en condiciones pero con Hijos de la Mente, Card cierra un ciclo majestuoso en cuanto a las novelas de ciencia ficción se refiere. Con un final acorde al nivel de toda la obra, Ender Wiggin termina su periplo por las estrellas de una forma inolvidable. Sin lugar a dudas la saga completa merece estar entre las mejores de su género.

7. Mendigos en España – Nancy Kress.

8. Reyes de la Arena – George R.R. Martin.

Cayó en mis manos casi de casualidad y precedida de lo que supone ser una obra del gran Martin. Y no decepciona en absoluto. Corta pero muy intensa, Reyes de la Arena es un ejercicio de ficción divertido y ameno. Un Cuento en mayúsculas.

9. Festín de Cuervos – George R.R. Martin.

Cuarta entrega de una de las mejores sagas de narrativa fantástica. Su mayor problema es la grandiosidad de su predecesora: Tormenta de Espadas. En Festín de Cuervos, George RR Martin desarrolla, o enrolla según se mire, su particular mundo de Poniente. Esta vez, y quizá esta sea la losa que aleja a esta obra de las demás, centrándose en personajes secundarios y haciendo al lector intuir por encima qué sucede con los principales. Danza de Dragones, la quinta parte, contemporánea a Festín de Cuervos, parece resolver este entuerto. Lo veremos este año.

10. El Imperio Final – Brandon Sanderson.

11. Esta usted de broma Sr. Feynman? – Richard P. Feynman.

Cuando conoces la historia de Richard P. Feynman te das cuenta de que para ser un genio hace falta estar un poco loco. Desternillante en muchos momentos, ¿Está usted de broma Sr. Feynman? nos relata la historia de la vida del genial físico contada por él mismo. Y esto es lo que la hace interesante: él justifica sus locuras.

12. El Sol Desnudo – Isaac Asimov.

13. Cita con Rama – Arthur C. Clark.

Cita con Rama es una de las novelas que aparece en la práctica totalidad de listados de recomendaciones literarias de ciencia ficción. Por algo es. Para mi no llegó a convertirse en una de las grandes, tal vez por ser especialmente científica y poco fantástica. Eso sí, el final te obliga a leerte las secuelas.

14. Mendigos y Opulentos – Nancy Kress.

15. Isaac Asimov – Bovedas de acero.

16. El Gran Gatsby – Franscis S. Fitzgerald.

17. El Color de la Magia – Terry Pratchet.

18. Isaac Asimov – Yo, robot.

19. Elric de Melnibone – Michael Moorcock.

20. Carrie – Stephen King.

Me leí Carrie sin saber que existiría un remake este año y, sinceramente, no la recuerdo con especial simpatía. Pese a su corta longitud, me resultó tremendamente pesada de leer. Muy lejos de dar ninguna sensación de miedo, el excesivo uso de recursos periodísticos como herramientas para contar la historia no le beneficia. Mucha gente me ha reconocido que no es una sabia elección para comenzar con la bibliografía de King.

21. El arte de no amargarse en la vida – Rafael Santandreu.

Es curioso pero este es el único libro de psicología que me he leído durante 2013. Obviamente no contamos con los artículos o publicaciones online, pero a diferencia de otros años, solo El arte de no amargarse en la vida ha terminado cayendo en mis manos. Y digo psicología por no decir autoayuda, que es a lo que se acerca en muchas fases de la lectura. Interesante por la visión buenrollista que transmite.

22. Dan Brown – Inferno.

23. El bolígrafo de gel verde – Eloy Moreno.

24. El Principe – Maquiavelo.

Mi curiosidad por la obra de Maquiavelo se fraguó hace un año cuando vi su estatua en la Galería de la Academia en Florencia. El Príncipe es más un tratado o un ensayo que una novela y eso dificulta bastante su lectura. Curioso en algunos momentos y tedioso en otros. Transmite en muchas ocasiones la forma de pensar de la época.

25. Sinhue el egipcio – Mika Watari.

Siempre había estado en la lista, siempre había querido leerlo porque la civilización del Antiguo Egipto me parece una de las más interesantes, pero es que es infumable. Lento, inverosímil, inconexo, a veces hasta incomprensible, Sinhué el egipcio pretende relatar una historia que no lo es, de un personaje que no existió pero que podría haber sido faraón en una época tumultuosa. Consigue, todo sea dicho, que el lector comprenda la diversidad religiosa que imperaba en el Egipto de la época y la importancia de los dioses para la sociedad. También pone de relieve la figura de Akenhaton, el faráon de Atón y su vano intento por desarrollar una profunda reforma que alejase del poder a las élites religiosas. Pero se derrumba en tantos aspectos como novela que ha sido la que más me ha costado terminar de este 2013.

Como podéis ver, la inmensa mayoría de libros de 2013 tienen un denominador común: la ciencia ficción/fantasía. Quizá este 2014 debería intentar diversificar un poco más el género y probar con otras temáticas. En un año lo veremos.

Reseña: Elric de Melinboné – Michael Moorcock

Desde hace ya unos cuantos años la saga de Elric el Albino, Rey de Melniboné, había aparecido en muchas de las listas de éxitos o de recomendaciones de literatura fantástica que había podido ojear.

Finalmente terminó siendo el último libro que me leí en 2013.

Sin ser una obra extensa, este primer volumen de la saga nos introduce al gran protagonista de la historia: Elric, emperador de Melniboné, un reino poblado por seres con poderes mágicos y que vive unos años de lenta pero inexorable decadencia. Erigido emperador por herencia dinástica, se trata de un ser especial para su estirpe: es albino y además pretende hacer las cosas diferentes.

Su alter ego, su mayor enemigo, es su primo Yrkoon, que aspira al trono de Melniboné y que representa la corriente continuista y más reaccionaria del reino. Yrkoon odia profundamente a Elric y trata de ponerlo en ridículo en cuanto se le presenta la menor de las oportunidades mientras que urde secretos planes para alcanzar su codiciado puesto de poder.

Por último tenemos a Cymoril, hermana de Yrkoon, una de las más bellas nobles de Melniboné. Ella y Elric, como cabría esperar, están profundamente enamorados.

Con estos personajes, el primer libro nos sirve de introducción al mágico reino de Melninboné con unas cuantas pinceladas de sus costumbres y tradiciones.

Como podéis ver, se trata de una literatura fantástica de corte muy tradicional salvo por el hecho de que Elric representa precisamente los valores de un antihéroe: débil y con una autoestima casi inexistente, deberá enfrentarse a sus miedos y a sí mismo para poder superar las pruebas que se le presenten.

Es una lectura bastante ligera, no alcanza ni de lejos la profunidad narrativa de otras obras del mismo género, pero resulta interesante de leer y, en definitiva, se disfruta de su historia.

Nota: 6/10