Esto es lo que yo llamo hacer un trailer como toca.
Luego la peli puede ser un truñaco, pero sólo viendo el trailer, de cabeza al cine.
Blog personal de Sergio Madrigal donde encontrar textos sobre ciencia y tecnología, psicología, cine y literatura y quizá alguna cosita más.
Esto es lo que yo llamo hacer un trailer como toca.
Luego la peli puede ser un truñaco, pero sólo viendo el trailer, de cabeza al cine.
Al fin hay alguien que los dice:
Vía | MuyInteresante
Impresionante imagen tomada a más de 1.000.000 km de una de las lunas de Saturno: Rhea.
Rhea (o Rea en castellano) es una titánide de la mitología griega (de los famosos Titanes) que fue la madre de Zeus, Poseidón, Hades o Hera entre otros. Curiosamente, se le asocia al símbolo de la luna.
Imágenes como esta nos hacen apreciar la inmensidad de lo que nos rodea.
Vísto en menéame.net
Fue allá por Febrero de 2004 cuando un joven estudiante de Harvard lanzó la primera versión del portal social Facebook.
En Julio de 2006 nació la red de microblogging (o micromensajes) Twitter.
Unos cuantos meses antes, en Enero de 2006, daba sus primeros pasos la red social española Tuenti.
Estamos en noviembre de 2009 y el fenómeno «social» ha explotado. A día de hoy uno desconoce hasta que punto nos va a cambiar la vida el «nuevo concepto» de la red.
Las redes sociales cada vez se están haciendo más populares y conforme avanzan y crecen, van devorando servicios y más servicios dejando en la cuneta a soluciones más antiguas que ellos y que no tienen esa marcada vocación social.
Galerías de fotos, blogs, fotologs, páginas personales, portales de información, están ahora en las fauces de esta temible bestia. La posibilidad de escribir micromensajes con lo que uno piensa en cada momento, de publicar enlaces, fotos, vídeos en tiempo real para que tus amigos (y sólo ellos) puedan verlos, etiquetarnos en las últimas fotos de la fiesta del fin de semana pasado, etc. son reclamos tan golosos que la inmensa mayoría de los usuarios están migrando hacia estas redes por su facilidad y sobretodo por su masa social.
Pero, ¿es todo tan bonito?. Desde mi punto de vista no. Las redes sociales como Tuenti o Facebook se están convirtiendo en meros templos donde la adoración al ego y el cotilleo son sus dos pilares fundamentales. Ya no nos interesa publicar un articulo de opinión, ni una foto de calidad, nos interesa que la gente nos mire, o mirar nosotros a alguien a escondidas.
En esta orgía de voyeurismo y egolatría todos somos culpables. Participamos de ella y no sólo eso, estamos permitiendo que se degrade. ¿Cómo? Aceptando que es normal que una chiquilla de 14 años publique una foto semidesnuda, asumiendo que entra dentro de lo razonable que una persona de más de 20 años sea incapaz de escribir una frase sin 10 faltas de ortografía. Publicando fotos nuestras en mil y una poses, con mil y un efectos cutres con la única intención de que nos digan lo guapos que somos.
Nidos de ignorancia y miseria.
El problema de todo esto es que la bestia todavía no está tranquila. Y en este constante devorar del sentido común, quién sabe qué será lo próximo que nos encontraremos.
Ayer acudimos al preestreno de «Cuento de Navidad» en su versión en 3D. Después de lo que disfrutamos la última vez con UP en 3D, las espectativas eran elevadas.
Y como suele pasar en estos casos, la película defraudó.
No es que sea mala al estilo Crepúsculo, sino que es una película demasiado «vista».
Protagonizada por una versión renderizada de Jim Carrey, Cuento de Navidad nos narra la historia del señor Ebenezer Scrooge, un viejo gruñón y tacaño que verá cómo cambia su vida estas Navidades gracias a tres espíritus: el de las Navidades pasadas, el de las presentes y el de las futuras.
El cuento, escrito por el famoso escritor inglés, Charles Dickens, ya había tenido su adaptación en cine y en dibujos animados.
El problema de la película es que en muchas partes se hace excesivamente lenta y en otras tantas, excesivamente oscura. Con la intención de generar el entorno de miseria de la época victoriana donde se desarrolla la acción, los creadores de la película abusan en exceso de planos con muy poca luz.
Sin embargo, son muy interesantes y divertidas las escenas donde la acción es mucho más rápida, puesto que te permiten disfrutar de la experiencia tridimensional plenamente.
En definitiva, es una película que se deja ver, curiosa y al mismo tiempo capaz de transmitirte los valores típicos de la Navidad.
En los próximos días, y en la medida de que el tiempo que tengo me lo permita, os iré recomendando algunas lecturas que desde mi punto de vista son interesantes: