Blog personal de Sergio Madrigal donde encontrar textos sobre ciencia y tecnología, psicología, cine y literatura y quizá alguna cosita más.

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Crítica: Her (2013)

Soy de los que consideran las críticas realizadas por «críticos profesionales» bastante poco fiables: lo que a ellos les puede parecer una exquisita obra intimista donde el director vuelca sus inquietudes metafísicas a mi suele parecerme el mayor de los tostones realizados. 

Pese a todo termino siempre cayendo con facilidad cuando leo alguna de sus grandilocuentes reseñas y decido que es motivo suficiente como para comprobarlo a costa de mi tiempo y, por ende, mi cartera.

Her (2014) venía precedida por una estupenda crítica y una larga lista de premios y nominaciones que había culminado con el Óscar al mejor guión en la última de las ediciones de los premios.

Buena crítica, premios importantes y un buen director. Spike Jonze.

Y a todo esto le teníamos que añadir tres ingredientes inequívocamente atractivos: Joaquin Phoenix en el papel protagonista, Scarlett Johanson (o su dobladora) como su compañera y una historia que giraba entorno al amor entre un humano y un sistema operativo.

Incomprensiblemente surrealista

Si habéis leído hasta aquí y os consideráis geeks, frikis o sencillamente amantes de la ciencia ficción os he dado los motivos justos y necesarios para salir corriendo a quemar los 7€ que teniáis pensado gastaros en la última figurita del Ataque de los Titanes o en la versión coleccionista de El Hobbit.

¡Craso Error!

Desde el minuto cero Her es la pelicula más absurda que he visto en muchísimo tiempo. Una constante emanación de sinsentidos con una carencia total de base científica hilvanados entre eternos y soporíferos monólogos que pretenden, sí, pretenden porque no llegan jamás a conseguirlo, quedarse a caballo entre la ironía y la crítica social con un toque de humor romántico. Sus jodidas ganas.

Es imposible sumergirse en la película porque cada diálogo entre su protagonista y, recordemos, un sistema operativo (es decir, un sistema SOFTWARE que desconoce salvo por programación previa, cualquier cosa relacionada con el mundo físico) es más absurdo que el anterior.

Si el pobre de Isaac Asimov levantase la cabeza no podría sino vomitar sobre la butaca.

A los que en su día nos leímos la saga de Ender, Samantha, que así se llama nuestro querido Windows ME edición SIRI, nos recuerda tanto a Jane que por un momento creemos estar viendo al joven Wiggins hablándole a través de la joya de su oído. Puro espejismo. Lo que en la novela de Card se sustentaba a partes iguales entre la ciencia y la ficción en Her lo tiene todo de ficción a lo comedia romántica de Antena 3.

Lo único salvable: Phoenix

Las dos largas, eternas, horas que dura el largometraje serían todavía peores sino fuera por un incontestable Phoenix que se vuelca en dar vida a un perdedor frustrado que no sabe cómo encajar los sentimientos que empiezan a surgir desde lo más profundo de su interior hacia una voz que le susurra al oído. Lo hace genialmente bien, pero con él solo no basta. No es suficiente una actuación magistral si cada 5 minutos te preguntas a qué mente medianamente pensante se le ocurriría tamaña bazofia de historia.

A la Johanson en la versión española ni se le ve ni se le escucha. No querido Bruno, no, dudo mucho que la VOS salve a este esperpento hecho película.

Podría hablar de la fotografía, que es bastante más que decente, e incluso de una interesante banda sonora, pero me repetiré una vez más: todo lo ensombrece una historia tan estúpida como predecible.

A mi ya me robaron en su día dos horas de mi vida. No permitáis que os hagan lo mismo.

Nota: 2/10.

Reseña: Los robots del amanecer – Isaac Asimov

Que Asimov es un genio de la ciencia ficción es un hecho consumado. Leyendo la Saga de la Fundación alcanzas unos niveles de disfrute que muy pocas obras han sido capaces de igualar. Ha sido de las pocas sagas que me he vuelto a leer por el mero placer de redescubrirla.

Pero me sentía en deuda con Asimov. A pesar de los años, de los libros leídos, del respeto alcanzado, de su repercusión, nunca me había lanzado a leer su saga de los Robots. La razón principal era, en mayor parte, el miedo (irracional como la mayoría de los miedos) a que esta saga no estuviera a la altura.

Ya sabéis, Robots. Es decir, seres de metal creados por el hombre. Capaces de razonar pero de una forma limitada. Es complicado hacer casar la ciencia seria con las marionetas. El anhelo eterno de convertirnos en dioses capaces de crear vida. En el cine y en la literatura hemos tenido infinidad de casos en los que esa mezcla entre matemáticas y Frankenstein ha terminado por ser explosivamente negativa.

Pero era obligatorio así que me decidí el año pasado a comenzar mi periplo por la saga robótica de Asimov.

Los robots del amanecer

Y tras los primeros tres libros donde el ritmo fue creciendo como si de un redoble de tambores se tratase, Asimov escribió esta auténtica joya literaria. Parece que lo tuviera calculado porque tiene todos y cada uno de los elementos que convierten a un libro en una delicia de lectura.

Un protagonista carismático

Elijah Bailey. Terrícola. Rarito pero tan sagaz que a veces te marea de tal forma que no puedes sino quitarte el sombrero con su capacidad deductiva. Pero sobre todo es humano. Muy humano. Lleno de miedos. Lleno de la irracionalidad que el propio hombre parece que será incapaz jamás de reproducir.

Lleva todo el peso de la historia y compartes con él todos y cada uno de los progresos de la narración.

Un acompañante entrañable.

R. Daneel Olivaw. El robot humaniforme. Lo adoras desde hace ya tantas páginas que el hecho de que esté en la historia es sencillamente obligado. Es un robot casi humano. Y por tanto identificable con uno mismo. Pero esta vez no está solo. Giskard le acompaña, un robot común que primero provoca el rechazo de Elijah pero del que terminarás por enamorarte perdidamente. Te lo aseguro.

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Una historia apasionante

Como todos los demás relatos de la saga, Los robots del amanecer comienza con un crimen que el Sr. Bailey debe resolver. Para ello pondrá todo su intelecto en hacerlo pues de ello no sólo depende su futuro como policía sino el destino de la Tierra. Durante el progreso de su investigación el lector disfrutará con los distintos diálogos  donde se rebaten las hipótesis no sólo de la posible resolución del crimen sino de la propia esencia de la existencia humana tanto en la Tierra como en los llamados Mundos Espaciales.

Un tratado filosófico

Lo que subyace a la historia del crimen, esos largos e interesantes diálogos, hacen recordar en parte a los diálogos del filósofo griego con su discípulos. La llegada de la robótica avanzada a la humanidad no será un elemento más de progreso sino un componente disruptor: nada podrá volver a ser como antes. Y ese viraje en el proceso evolutivo de nuestra raza tiene en Los robots del amanecer un espléndido desarrollo y debate.

¿Serán los robots los que nos lleven a alcanzar las cotas más altas de desarrollo o, por el contrario, serán los culpables de nuestra decadencia como especie?

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Esa pregunta es la que deja en el aire de una forma magistral Isaac Asimov durante toda la novela.

Yo, ya lo digo aquí, miro con otros ojos a mi Roomba. 

Reseña: La ladrona de libros – Markus Zusak

[su_box title=»Aviso» style=»bubbles» box_color=»#a2e153″ title_color=»#50733d»]Esta entrada contiene spoilers (revelaciones de parte de la trama del libro) así que te recomiendo que si no has leído todavía el libro te abstengas de continuar. [/su_box]

La primera vez que oí hablar de «La Ladrona de Libros» fue a raíz de su inminente adaptación cinematográfica. Cuando adaptan un libro a la gran pantalla suele haber siempre detrás un motivo en particular: el libro se ha vendido mucho.

Es una cuestión de márketing simple: sabes que la gran mayoría de esos lectores van a ser un público asegurado en las salas de cine.

Esto, sin embargo, no es ni mucho menos un indicador de que el libro sea bueno. Ni siquiera decente. Tenemos adaptaciones de libros mediocres: «Ángeles y Demonios» o «Eragon» son las primeras que me vienen a la cabeza.

Con La Ladrona de Libros recibí algunas referencias positivas de la película y del libro así que decidí ponerme manos a la obra con este último.

La novela es, para empezar, un cuento maravilloso. Puede que a algunos les parezca triste por lo cruel de su final, pero es lo que al cine fue en su día La Vida es Bella. Una historia perfectamente narrada. Donde las historias conviven con la crudeza de la guerra, de esa gran guerra que no sólo asoló Europa sino que sacó a relucir las grandes miserias de la condición humana.

Y en esto, Markus Zusak, su autor, se muestra como todo un experto.

Narrada desde la visión de la «Muerte», La Ladrona de Libros nos cuenta la vida de una pequeña niña que ya desde bien temprano ha de enfrentarse a grandes obstáculos y dificultades para poder sobrevivir.

Desde el mismo instante en que conoces a Liesel Meminger te enamoras perdidamente de ella. De su inocencia. De su visión transparente de la vida. Su única arma contra un mundo inexplicablemente cruel e irracional son las palabras y su imaginación. Y gracias a ellas sobrevive.

Liesel es una alemana con unos padres incómodos para un régimen nazi incipiente. Ese es el primer obstáculo que debe sortear y para ello termina en casa de los Hubermann (Hans y Rosa): alemanes de los de verdad, los arios de raza pura que tanto gustaron a la antítesis aria que fuera Adolf Hitler. Pura contradicción.  Bondad y desprecio. Blanco y negro. Eso es la humanidad.

Lo interesante del libro es precisamente lo humano que resulta. Por encima de la locura que llevó al exterminio de millones de judíos, a la muerte de millones soldados en una guerra sin sentido (¿alguna lo ha tenido?), a la posterior represalia a millones de alemanes, muy por encima, sutilmente, mezclándose y apareciendo entre las grietas de la dignidad humana, surgen las personas.

El vecino rubio y ario que se pintó de negro para parecerse a Jesse Owens. ¡Ay Rudy! Para mi ese el PERSONAJE de la novela. En cualquier momento te grita un Heil! Hitler! sin tener la menor de las ideas de lo que en realidad supone gritarlo. Cargado de amor por los que le rodean.  Él es el alemán medio. Él es el ser humano medio.  El que dejó que las cosas sucedieran. ¿Culpable? Sí, es posible. Pero al fin y al cabo también lo somos nosotros permitiendo las tropelías que suceden en nuestro país.

Luego tenemos a los padres adoptivos. El más que adorable Hans y la tierna (aunque severa) Rosa. Son tan entrañables que cuando el escritor decide arrancártelos sin avisar tienes la obligación de odiarlo infinitamente. Son el padre y la madre. El ying y el yang de una familia. Equilibrio a pesar de todo. Y de nuevo son alemanes medios. Alemanes que no alcanzan a entender por qué es obligatorio odiar a alguien por ser moreno, por tener los ojos castaños o unas creencias diferentes.

Y por último está Max. La imagen viva del oprobio, de la sin razón humana, de lo más animal de nuestra condición. Max es judío. Y se acabó. Eso es todo. ¿Buena o mala persona? ¿Inteligente o estúpido?. Eso da exactamente igual. Nació judío y con ello todo lo demás dejó de importar. Porque una sociedad entera, un régimen al completo, creyó ciegamente a un enajenado y sus teorías raciales y lo consideró menos que humano: lo consideró prescindible.

Lo genial es que Max además de judío es un tipo estupendo. Bordea la muerte en tantas ocasiones que asumes que al final también caerá al hoyo. Intentas no acercarte demasiado, sabes que es frágil, intuyes que no durará (es un judío en medio de la Alemania nazi, por favor) pero al final resulta que termina siendo uno de los ejes de la narración.

El libro te atrapa por su narrativa heterodoxa, por sus formas extrañas, por sus giros hacia adelante y hacia atrás. Te seduce. Capaz de destriparte el final y aún así dejarte con la boca abierta con él.

Se ha convertido sin lugar a dudas en uno de mis grandes libros de 2014.

Nota: 9/10

Reseña: El Hijo de la Luz – Christian Jacq

Quedarse maravillado por el esplendor que un día llegó a alcanzar Egipto como una de las Civilizaciones más grandes de la Humanidad no es algo nuevo para mi.

Christian Jacq comienza con El Hijo de la Luz su detallado periplo a lo largo de la vida y obra del gran faraón Ramses II, hijo de Seti I y conocido como Ramses “El Grande”.

Sin lugar a dudas Ramses II es un personaje histórico al que le rodea tal cantidad de mistiscismo que cualquier obra que trate sobre él tiene un atractivo especial.

El Hijo de la Luz es una novela donde Jacq nos pone en situación: Ramses es el segundo hijo del faraón Seti, figura imponente que ha gobernado con férrea discilplina el destino de las “Dos Tierras” bajo la Ley de Maat. Chenar, su hermano mayor, es el heredero al trono. Sin embargo, el faraón Seti, que ve en Ramses a aquel que debe sucederle y convertirse en el pastor de Egipto, lo designa como Regente.

A partir de ese momento las intrigas en palacio se sucederán. Ramses deberá luchar contra sí mismo y sus miedos y contra todos aquellos que quieren verle caer. Entender y aceptar su destino será el primer paso que deba dar para poder salvar su destino y su vida.

Christian Jacq logra atraer al lector a un mundo histórico entremezclando en su novela los ingredientes necesarios como para mantener la atención en todo momento. El argumento combina la historia, la tradición y costumbres de la época, las relaciones humanas, la búsqueda de la verdad y el amor.

Se trata de un comienzo prometedor para esta pentalogía sobre el Rey de Reyes del Antiguo Egipto.

 

Nota: 8/10

Libros de 2013

Como hiciera el año pasado, hoy os traigo la lista de libros que he leído durante el 2013. Están ordenados basándome en mis preferencias y, como novedad este año, he añadido un enlace a su reseña, si la tienen, o una breve descripción en caso de que no.

1. Fábulas de robots – Stanislaw Lem.

Difícil estaba este año en conseguir el número uno. Más que nada porque no he leído una novela que considere que esté muy por encima del resto. Al final he decidido que sea este compendio de fábulas futuristas escritas por Lem la que se lleve el primer premio. La razón fundamental es que es un libro que rebosa originalidad hasta casi desbordarse. Rompe en muchos aspectos las barreras que la ciencia ficción se ha autoimpuesto y nos proporciona momentos realmente mágicos.

2. Palmeras en la nieve – Luz Gabás.

3. La Historia de Tu vida – Ted Chiang.

4. La colina de Watership – Richard Adams.

5. Bajo la misma estrella – John Green.

6. Hijos de la Mente – Orson Scott Card

No llegué a tiempo para hacerle una reseña en condiciones pero con Hijos de la Mente, Card cierra un ciclo majestuoso en cuanto a las novelas de ciencia ficción se refiere. Con un final acorde al nivel de toda la obra, Ender Wiggin termina su periplo por las estrellas de una forma inolvidable. Sin lugar a dudas la saga completa merece estar entre las mejores de su género.

7. Mendigos en España – Nancy Kress.

8. Reyes de la Arena – George R.R. Martin.

Cayó en mis manos casi de casualidad y precedida de lo que supone ser una obra del gran Martin. Y no decepciona en absoluto. Corta pero muy intensa, Reyes de la Arena es un ejercicio de ficción divertido y ameno. Un Cuento en mayúsculas.

9. Festín de Cuervos – George R.R. Martin.

Cuarta entrega de una de las mejores sagas de narrativa fantástica. Su mayor problema es la grandiosidad de su predecesora: Tormenta de Espadas. En Festín de Cuervos, George RR Martin desarrolla, o enrolla según se mire, su particular mundo de Poniente. Esta vez, y quizá esta sea la losa que aleja a esta obra de las demás, centrándose en personajes secundarios y haciendo al lector intuir por encima qué sucede con los principales. Danza de Dragones, la quinta parte, contemporánea a Festín de Cuervos, parece resolver este entuerto. Lo veremos este año.

10. El Imperio Final – Brandon Sanderson.

11. Esta usted de broma Sr. Feynman? – Richard P. Feynman.

Cuando conoces la historia de Richard P. Feynman te das cuenta de que para ser un genio hace falta estar un poco loco. Desternillante en muchos momentos, ¿Está usted de broma Sr. Feynman? nos relata la historia de la vida del genial físico contada por él mismo. Y esto es lo que la hace interesante: él justifica sus locuras.

12. El Sol Desnudo – Isaac Asimov.

13. Cita con Rama – Arthur C. Clark.

Cita con Rama es una de las novelas que aparece en la práctica totalidad de listados de recomendaciones literarias de ciencia ficción. Por algo es. Para mi no llegó a convertirse en una de las grandes, tal vez por ser especialmente científica y poco fantástica. Eso sí, el final te obliga a leerte las secuelas.

14. Mendigos y Opulentos – Nancy Kress.

15. Isaac Asimov – Bovedas de acero.

16. El Gran Gatsby – Franscis S. Fitzgerald.

17. El Color de la Magia – Terry Pratchet.

18. Isaac Asimov – Yo, robot.

19. Elric de Melnibone – Michael Moorcock.

20. Carrie – Stephen King.

Me leí Carrie sin saber que existiría un remake este año y, sinceramente, no la recuerdo con especial simpatía. Pese a su corta longitud, me resultó tremendamente pesada de leer. Muy lejos de dar ninguna sensación de miedo, el excesivo uso de recursos periodísticos como herramientas para contar la historia no le beneficia. Mucha gente me ha reconocido que no es una sabia elección para comenzar con la bibliografía de King.

21. El arte de no amargarse en la vida – Rafael Santandreu.

Es curioso pero este es el único libro de psicología que me he leído durante 2013. Obviamente no contamos con los artículos o publicaciones online, pero a diferencia de otros años, solo El arte de no amargarse en la vida ha terminado cayendo en mis manos. Y digo psicología por no decir autoayuda, que es a lo que se acerca en muchas fases de la lectura. Interesante por la visión buenrollista que transmite.

22. Dan Brown – Inferno.

23. El bolígrafo de gel verde – Eloy Moreno.

24. El Principe – Maquiavelo.

Mi curiosidad por la obra de Maquiavelo se fraguó hace un año cuando vi su estatua en la Galería de la Academia en Florencia. El Príncipe es más un tratado o un ensayo que una novela y eso dificulta bastante su lectura. Curioso en algunos momentos y tedioso en otros. Transmite en muchas ocasiones la forma de pensar de la época.

25. Sinhue el egipcio – Mika Watari.

Siempre había estado en la lista, siempre había querido leerlo porque la civilización del Antiguo Egipto me parece una de las más interesantes, pero es que es infumable. Lento, inverosímil, inconexo, a veces hasta incomprensible, Sinhué el egipcio pretende relatar una historia que no lo es, de un personaje que no existió pero que podría haber sido faraón en una época tumultuosa. Consigue, todo sea dicho, que el lector comprenda la diversidad religiosa que imperaba en el Egipto de la época y la importancia de los dioses para la sociedad. También pone de relieve la figura de Akenhaton, el faráon de Atón y su vano intento por desarrollar una profunda reforma que alejase del poder a las élites religiosas. Pero se derrumba en tantos aspectos como novela que ha sido la que más me ha costado terminar de este 2013.

Como podéis ver, la inmensa mayoría de libros de 2013 tienen un denominador común: la ciencia ficción/fantasía. Quizá este 2014 debería intentar diversificar un poco más el género y probar con otras temáticas. En un año lo veremos.

Reseña: Elric de Melinboné – Michael Moorcock

Desde hace ya unos cuantos años la saga de Elric el Albino, Rey de Melniboné, había aparecido en muchas de las listas de éxitos o de recomendaciones de literatura fantástica que había podido ojear.

Finalmente terminó siendo el último libro que me leí en 2013.

Sin ser una obra extensa, este primer volumen de la saga nos introduce al gran protagonista de la historia: Elric, emperador de Melniboné, un reino poblado por seres con poderes mágicos y que vive unos años de lenta pero inexorable decadencia. Erigido emperador por herencia dinástica, se trata de un ser especial para su estirpe: es albino y además pretende hacer las cosas diferentes.

Su alter ego, su mayor enemigo, es su primo Yrkoon, que aspira al trono de Melniboné y que representa la corriente continuista y más reaccionaria del reino. Yrkoon odia profundamente a Elric y trata de ponerlo en ridículo en cuanto se le presenta la menor de las oportunidades mientras que urde secretos planes para alcanzar su codiciado puesto de poder.

Por último tenemos a Cymoril, hermana de Yrkoon, una de las más bellas nobles de Melniboné. Ella y Elric, como cabría esperar, están profundamente enamorados.

Con estos personajes, el primer libro nos sirve de introducción al mágico reino de Melninboné con unas cuantas pinceladas de sus costumbres y tradiciones.

Como podéis ver, se trata de una literatura fantástica de corte muy tradicional salvo por el hecho de que Elric representa precisamente los valores de un antihéroe: débil y con una autoestima casi inexistente, deberá enfrentarse a sus miedos y a sí mismo para poder superar las pruebas que se le presenten.

Es una lectura bastante ligera, no alcanza ni de lejos la profunidad narrativa de otras obras del mismo género, pero resulta interesante de leer y, en definitiva, se disfruta de su historia.

Nota: 6/10

Reseña: El bolígrafo de gel verde.

Cuando me recomendaron este libro y empecé a leer sus primeras páginas he de reconocer que me embargó cierta sensación de conexión. Como si las palabras escritas fueran capaces de establecer un vínculo entre el protagonista y el lector.

Sin embargo, con el devenir de la historia, esa sensación terminó por desaparecer.

El bolígrafo de gel verde es una historia cotidiana, de un hombre cotidiano, con una vida cotidiana. Y en esa cotidianidad en la que a veces nos establecemos casi sin querer, el protagonista termina por ahogarse.

Éste, que por no tener no tiene ni nombre, nos cuenta en primera persona los últimos días de una de las etapas más difíciles de su vida.

La historia, aunque muchas veces empleada, se hace amena durante toda la lectura: el viaje iniciático de alguien que, hastiado de una vida llena de sinsabores, decide (o acaso es la vida la que le obliga) emprender un largo periplo en busca de sí mismo.

Quizá el primer problema con el que te encuentras al leer el libro es el lenguaje.

Si hay algo que me enamoró perdidamente en «Bajo la misma estrella» es su lenguaje cercano, sencillo, bello por su simplicidad. Las frases justas, las palabras necesarias. El bolígrafo de gel verde es la antítesis de la sencillez. La narrativa se convierte en un laberinto de bucles del lenguaje, que se estira y se retuerce hasta formar una imagen excesivamente edulcorada de la realidad, tal vez buscando ser poética, que en lugar de acercarse termina por distanciarse. Es un muro que se alza casi al instante, tras esas primeras páginas, entre el protagonista y el lector.

Y sin conexión es complicado identificarse.

Es curioso porque muchas de las críticas que he leído hablan de lo identificados que se sienten con el protagonista. Supongo que es comprensible cuando el pobre carga con la práctica totalidad de los problemas psicológicos propios que una persona de más de 40 años puede tener en la sociedad actual: un trabajo anodino, la falta absoluta de tiempo para vivir, una vida rutinaria que desemboca en un matrimonio fallido, la soledad de aquel que mira a la juventud con melancolía, la incapacidad de reaccionar, el miedo a reaccionar…

El argumento, más allá de la moraleja de auto-ayuda que destila, flaquea en momentos importantes donde la acción se torna poco creíble. Una primera parte que de tan triste y dramática resulta grotesca. Un desenlace que de biempensante y arregladito chirría con el tono gris negruzco del principio. Y un constante intento de mantener el suspense que termina volviéndose contra la propia historia. La vida son contrastes, sí, pero la escala de colores va más allá del negro suicida y del blanco felicísimo.

Eso sí, lejos de ser un mal libro se trata de una novela más que decente, bien escrita, bien estructurada, con algunos giros argumentales muy bien planteados y que en definitiva resulta fácil leer.

No os diré que vaya a ser la mejor obra que os leáis en la vida, pero merece la pena darle una oportunidad.

Nota: 6.5/10


Datos del libro:

Título: El bolígrafo de gel verde.
Autor: Eloy Moreno.
Editorial: Espasa
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Reseña: Mendigos y Opulentos – Nancy Kress.

Nancy Kress lo vuelve a conseguir.

Si con Mendigos en España conseguía sumergirte en un futuro utópico donde las modificaciones genéticas iban a suponer un cambio convulso en la sociedad y en la política del mundo, con Mendigos y Opulentos da un paso más y concibe para el lector un mundo estructurado por clases y en el que el ser humano común, conocido como vividor ha degenerado dejando el gobierno a seres genéticamente modificados, los auxiliares y que se encargan de gobernar y regir la sociedad a cambio de los votos de los vividores.

Mientras tanto, una raza de super humanos que carecen de la necesidad de dormir, van a poner en jaque las raíces mismas de la sociedad con un descubrimiento que revolucionará el mundo.

Una narración intensa, trepidante, esta vez dirigida por tres personajes carismáticos: Billy, un vividor, Diana, una auxililar y Drew, el soñador lúcido.

Las dotes de Kress para, por un lado plantearnos la situación sociopolítica de la época y, por otro, desarrollarla en base a las diferentes perspectivas de cada uno de los personajes, hacen de este libro un auténtica maravilla que iguala, si no supera, a su predecesor.

Por ponerle algún pero podría decirse que las escenas donde se desarrolla más acción a veces resultan ligeramente planas y carentes de la tensión que deberían.

Aún así, lo interesante, más allá de la compleja historia, es sin ningún género de dudas las reflexiones éticas que van apareciendo a lo largo de la historia y que, pese a tratarse de un libro de ciencia ficción, tiene una aplicación directa en la actualidad.

Si os gusta la ciencia ficción, Mendigos y Opulentos debe ser vuestra siguiente novela.

Nota: 8.5/10

Reseña: Mendigos en España

Bajo este curioso título, la escritora Nancy Kress nos propone una intensa y nada desdeñable obra de ciencia ficción.

Mendigos en España centra su argumento en una sociedad de un futuro relativamente cercano dónde los avances en la modificación genética permiten elegir determinados rasgos a los padres con suficiente poder económico.

En esta carrera científica de modificación genética los genetistas encuentran el gen relacionado con el ciclo del sueño. Con ello se plantea la posibilidad de concebir niños sin que tengan la necesidad de dormir.

Keisha Camden será la primera de esta nueva especie de súper humanos.

Como digo, interesante planteamiento que se desarrolla en este primer volúmen de lo que es una trilogía y en el que se ponen sobre la mesa las conductas sociales de los seres humanos en lo que a comunidades se refiere. Con un argumento convincente y unos personajes que van ganando peso conforme el hilo de la historia va desarrollándose, Mendigos en España nos sumerge en una visión de un futuro donde la lucha de clases ha saltado la frontera de la especie.

Muy recomendable.

Reseña: El color de la magia – Terry Pratchett

Algunos piratas conseguían la inmortalidad por sus grandes crueldades o proezas. Otros conseguían la inmortalidad gracias a la gran riqueza amasada. Pero el capitán había decidido mucho tiempo antes que quería alcanzar la inmortalidad por no haber muerto.

Y por fin me decidí a sumergirme en Mundodisco. No es la primera vez que leo a Pratchett ya que hace un par de años cayó en mis manos «Los pequeños hombres libres», que pertenece a la saga pero de una forma más tangencial y, por tanto, no era excesivamente necesario conocer la historia.

Con «El color de la magia» uno se mete de lleno en el mundo creado por Pratchett: Mundodisco, un disco sobre el que se asientan los continentes y que es soportado por cuatro elefantes a lomos de A’Tuin, una tortuga gigante que cruza el cosmos.

Su lectura se asemeja en muchos aspectos a una montaña rusa en constante movimiento. Rincewind pasa por ser un mago de tercera, que sólo conoce un hechizo y que fue expulsado de la escuela de magos por culpa de una travesura. Junto a él viajará Dosflores, un extraño «turista» de tierras lejanas que sólo busca verse inmerso en las aventuras que ha oído que suceden en la terrible y peligrosa Ankh-Morpork. Todo es una enorme y maravillosa broma. Son aventuras en parajes lejanos, con héroes y villanos, magos y extraños monstruos, pero en realidad es una genial sátira de esos mundos donde sólo existe el bien y el mal. Una broma que tiene gracia, casi siempre.

Pratchett es un escritor fantástico capaz de crear un inmenso e impresionante universo alrededor de personajes con carisma y mucho humor y aún así el Color de la Magia se me ha hecho en algunos momentos pesado. En su conjunto se trata de una lectura amena y divertida pero en determinados puntos de la historia la ironía no es capaz de sustentar el argumento y flaquea. Pierde fuerza, al menos desde mi punto de vista, cuando reitera la búsqueda de la sátira por encima de todo dejando un poco de lado la profundidad narrativa.

No obstante estamos hablando de una saga con una lista interminable de títulos y, para ser el primero, El Color de la Magia cumple muy bien su cometido.

Nota: 6/10