Blog personal de Sergio Madrigal donde encontrar textos sobre ciencia y tecnología, psicología, cine y literatura y quizá alguna cosita más.

Etiqueta: Personal (página 2 de 4)

Volver a empezar

Quiero volver a escribir.

Es un hecho que llevo demasiado tiempo dándole vueltas a cómo enfocar el blog, qué es lo que al resto del mundo puede interesarle.

Me he pasado demasiado tiempo analizando, planificando y reflexionando acerca de eso sin entender que lo básico, lo fundamental, lo que convierte a un blog en una herramienta de comunicación maravillosa es que sencillamente me tengo que decidir a escribir lo que a mi me apetezca.

Y eso es lo que voy a intentar hacer a partir de ahora.

Sin presiones, sin complicaciones, sin grandiosos temas que tratar obligatoriamente.

Sencillamente dando rienda suelta a aquellos temas que me importan, que me parezcan curiosos, interesantes o ni siquiera eso.

Volvamos a empezar.

De cuando las risas eran risas de verdad

Hace unos días tuve la inmensa suerte de reencontrarme con mi infancia.

No es fácil, ya os lo digo.

Es como un golpe de realidad. De repente caes en la cuenta de que hace un tiempo los límites de un pequeño pueblecito de una sierra perdida eran los límites de un mundo infinito.

Ves en esas caras familiares el paso inexorable del tiempo. Son ellos, los mismos que hace tanto tiempo que te niegas a calcularlo, corrían detrás de ti mientras intentabas esconderte en el hueco entre dos casas de piedra.

Dejamos por un momento nuestras vidas, ya tan distintas, y nos juntamos entorno a una paella. Una estupenda paella hecha por un tío de Segovia usando tomate frito y cebolla. Así somos nosotros.

11217515_10200979412205213_4304787189968468733_n

Y entre las risas, las historias, los momentos recordados, te das cuenta del cambio, de que la imagen, aunque parecida ya no es la misma.

Alguien cambió los «¿y a tí cuántas te han caído?» por «¿y tú dónde trabajas?». Ahora las bicicletas, aquellas maravillosas bicicletas que te llevaban al pueblo de al lado, allá en la lejanía, para poder comprar golosinas, aguardan cogiendo polvo en las grandes naves mientras que somos nosotros los que conducimos coches.

Nos reunimos donde antaño se reunían nuestros abuelos para jugar la partida. Recuerdo con esa mezcla de nostalgia y alegría cómo para nosotros se trataba de un evento casi mágico. Y allí estábamos nosotros, de sobremesa, hablando sobre política, sobre el trabajo, sobre los problemas perennes del ser humano, como lo hacían ellos mientras se jugaban jarras de vino a una mano de truque.

La vida entonces parecía sencilla y al abrigo de un techo plagado de estrellas imaginábamos lo que haríamos «cuando fuésemos mayores».

La única botella que conocíamos era la que colocábamos en el centro de la plaza y que, bendita ironía, había que golpear lo más lejos que pudiéramos para salvarnos.

Nuestra mayor preocupación era a quién le tocaría ponerse de portero o quien tendría que pagar esa noche al jugar al rescate.

Todo pasa y todo queda, pero lo nuestro es pasar. Eso decía el genio Machado. Y ese momento de retorno pasó pero dejó en mi el poso de una realidad dulce.

pajares_1

Muchas veces no somos conscientes de la lenta erosión del tiempo. De las risas que ya forman parte del pasado, de las miradas que nunca volverán a posarse en nuestros ojos. Y en esas sucede un día como aquel sábado en medio de Agosto y te reúnes con gente que te recuerda que, a pesar de todo, siguen ahí. Perdidas en el día a día de un ingeniero, de un químico o de un policía nacional, tal vez escondidas en las grietas de la rutina que nos trajo el hacernos mayores.

Pero todavía nos quedan risas de esas que eran risas de verdad.

El Autocompromiso

Hace unos cuantos meses decidí tomar una decisión extraña. Digo extraña porque en principio se apartaba un poco de lo que normalmente se espera que uno haga: decidí volver a matricularme en la universidad y, además, hacerlo en un área que poco o nada tenía que ver con la actividad profesional que desarrollo.

Se trataba de algo personal, algo conmigo mismo, sin nadie más involucrado. Una especie de autocompromiso

Lo complicado de este tipo de compromisos es que no tienes a nadie que alcance a entender por completo el por qué de ellos. Es difícil de comprender la razón que hay detrás de emplear tu tiempo libre, el que ya honradamente te ganas dedicando más de 8 horas de tu vida diaria, en seguir esforzándote en un objetivo distinto, alejado de lo que normalmente haces, alejado incluso de lo que se presupone que debería gustarte.

Ha habido gente que se ha cuestionado los motivos, que incluso ha pensado que eran más locura transitoria que verdadero compromiso con uno mismo. También los ha habido que han llegado a ridiculizar, si no menospreciar, lo complejo del desafío. No han logrado entender el verdadero por qué.

Siempre he pensado en la vida como si de una carretera se tratase en la que, pese a sostener el volante del coche, no tienes ni idea de qué dirección puede tomar el camino. Nuestra capacidad de control es tan reducida que hay momentos en los que uno no sabe si va o viene, si se acerca o se aleja, o, en muchos casos, si realmente hay un destino al que dirigirse.

img_uned

Han pasado ya más de 8 meses desde que tomé esa decisión y he llegado a la primera de las paradas. Echando la vista atrás he disfrutado como un enano de esta experiencia que me ha llevado a terminar con éxito el primer curso del Grado en Psicología a través de la UNED. Ha sido un viaje excitante, un viaje de descubrimiento interior, de cambios, de enfoques distintos.

Por primera vez en mi vida he encontrado que la verdadera motivación, la que funciona, al menos la que me funciona a mí, es la que he establecido conmigo mismo, delimitando mis metas con la única recompensa de mi propia satisfacción y entendiendo que la magia está en saborear cada paso del camino.

Sólo me ha costado 30 años descubrirlo.

A por la siguiente estación.

Propósitos para 2015

Tratar de resumir en unas pocas líneas un año de la intensidad de este 2014 se me antoja una empresa tan compleja como inútil: al fin y al cabo esto que aquí escribo son sólo palabras y si por algo habría de recordar este año que se escurre en estos últimos días de Diciembre es por las emociones.

Dejo pues que sea la memoria, optimista y selectiva, la que atesore estos momentos.

Sí que me gustaría, a modo de resumen, recordar lo que me propuse hace ya un año para este 2014, analizar con la perspectiva necesaria si puedo catalogar este año como un buen año y así mirar con la óptica correcta lo que espero del 2015.

  •  Decisión.
    • Sin lugar a dudas podría decir que este ha sido mi gran logro para este 2014. A pesar de todo, de lo bueno y de lo menos bueno, este año he trabajado mucho y muy duro esa indecisión congénita que me venía marcando durante años y he logrado tomar decisiones: algunas de gran importancia y otras triviales, pero en todos los casos, decisiones.
  • Reflexión
    • Otro año se me escapa sin haber conseguido alcanzar un punto de inflexión en cuanto a la dura y compleja tarea de meditar. Resulta paradójico que algo que a priori parece tan sencillo y requiera tan poco nos cueste tanto hacer
  • Cuerpo
    • Y sin embargo si he tenido el compromiso necesario para permanecer fiel al gimnasio, y tal vez incluso más que el pasado 2013, mantienéndome en forma aún a pesar del esguince en Verano.

Así que analizando un poco en retrospectiva, los objetivos que me propuse en 2014, aunque ambiguos, han ido en líneas generales bastante bien.

¿Qué espero para este 2015?

Si algo me ha enseñado este último año es que tratar de prever lo que te va a suceder es tan vano como dejar que sean la suerte y el tiempo los que gobiernen tu vida. Al final lo que de verdad suele funcionar es tener claro quién quieres ser, disponer de una idea nítida de cuál es tu imagen final y, sencillamente, ponerse a caminar hacia allí. Algunos días caminarás más trozo, otros menos, y algunos incluso te perderás y darás vueltas. Lo importante es no dejar de caminar ni perderse demasiado.

Así que  mi objetivo global para este 2015 es sencillamente disfrutar del camino: de lo que está por venir, bueno y no tan bueno, de las personas que comenzarán a acompañarme y de las que decidirán dejar de hacerlo, de los momentos que mi memoria decida grabar para el recuerdo. Aprender de los fracasos, que los habrá, y compartir los éxitos y la felicidad con aquellos que quieran compartirlos conmigo.

Tal vez el sentido de la vida no sea más que ese.

Y para que el Sergio de finales de 2015 pueda volver aquí y reírse a gusto de aquello que pensé que podría hacer durante todo un año, aquí van mis 10 objetivos:

  1. Sacarme el curso de la Universidad limpio.
  2. Obtener el CCDA y el CCDP (Esto ya lo dije para 2013, imagina…)
  3. Escribir un post al día.
  4. Leer 30 libros.
  5. Meditar 1 vez al día
  6. Obtener el Practitioner de PRINCE2
  7. Practicar piano al menos 3 veces por semana.
  8. Aprender a dibujar
  9. Dar forma a los tres proyectos que rondan mi cabecita loca.
  10. Plantar una flor, que florezca y se mantenga radiante.

Lo más importante eso sí, para el final: Os deseo lo mejor para este 2015 y que los éxitos y los fracasos, las buenas y las malas noticias, sean ingredientes todos de un único plato: El de vuestra felicidad. 

Propósitos para 2014

Casi sin tiempo no podía dejar pasar el 2013 sin preparar una lista, esta vez más acorde a la realidad, de lo que espero en este 2014.

Cuando llega final de año muchos tenemos la tendencia a hacer un resumen y pensar en aquello con lo que nos quedamos y aquello que nos gustaría cambiar.

Mi 2014 va a tener tres grandes objetivos.

1. Decisión. Mi talón de Aquiles eterno. Mi incapacidad para tomar decisiones muchas veces ha significado tomar la más incorrecta de todas las posibles: ninguna. Quiero y pienso esforzarme mucho por ser capaz de tomar las decisiones adecuadas evaluando todo aquello que en el momento de tomarlas tenga a mi alcance. Aceptar esas decisiones como las correctas en ese momento y no mirar más hacia atrás.

2. Reflexión. Una de las grandes cosas que siempre ha estado en mi lista de propósitos y que jamás me he aventurado a darle forma ha sido la de la meditación. He tenido tímidos intentos pero nunca me lo he tomado en serio. Este 2014 va a ser el año de meditar, comprender, aprender y aceptar.

3. Cuerpo. Este último año he dado un salto cuantitativo en cuanto a lo que se refiere al deporte en mi vida diaria. Ahora falta completarlo. Manteniendo y mejorando mi día a día y, además, complementándolo con una alimentación más sana y adecuada.

Nada más que tres. Luego ya detrás están los de siempre: dejarme tiempo para disfrutar de mis pequeños placeres, conseguir un título de inglés, seguir mejorando mis conocimientos, seguir mejorando como persona y como profesional, etc.

Por cierto, intentaré ser razonable este año y marcarme como objetivo los 36 libros. 

 

Meme Best Blog

Pese a que no soy muy dado a estos «memes» que llevan años circulando por la blogosfera hoy haré una excepción por mi querida amiga Isa y su blog Cosas de madre novata que os recomiendo encarecidamente visitar, tanto si estáis embarazad@s como si sois padres/madres primerizos. Yo entro menos, pero es que todavía soy muy joven para estas cosas…

Bueno, vayamos al turrón:

1. ¿Qué te gusta más cocinar postres o platos de cuchara?
A mi lo de cocinar me encanta. Siempre que tengo tiempo, que no es que sea muy a menudo, disfruto liándola en la cocina. Si puedo elegir prefiero cocinar platos de cuchara, dan como más caché. Eso sí, hay un axioma científico sobre el que nada se puede hacer y que hay que tener muy claro cuando uno se mete en la cocina: nada, absolutamente nada, sabrá tan bien como lo que cocina tu madre.

2. ¿Qué es lo más importante para ti en una persona: la personalidad o el físico?
Ambas. El equilibrio de las dos hace que la persona sea la adecuada.

3. ¿Cuándo empezaste con el blog?
Llevo ya unos añitos en esto. Empecé allá por Mayo de 2007. Aunque en realidad tuve antes algunos proyectos más.

4. ¿Quién fue la persona que te inspiró para empezar en este mundo?<
No lo recuerdo muy bien, fue un poco «la moda» de la época y supongo que la posibilidad de disponer de una plataforma donde soltar las cuatro tonterías que suelo soltar a menudo.

5. ¿Sueles seguir muchos blogs o te llegan los seguidores por otras personas que te han conocido?
Suelo seguir bastantes, y cuando digo bastantes debería decir demasiados. Y bueno, al ser un blog puramente personal generalmente se me conoce primero y luego ya uno acaba aquí.

6. ¿Qué te gusta más: cocinar o que te cocinen?
Cocinar cuando tengo tiempo. Que me cocinen cuando no. Os preguntaréis si cabe otra opción: sí, cocinar sin tiempo, lo cual implica algún plato precocinado de Mercadona con catastrófico resultado.

7. ¿Comes en casa o en el trabajo?
Depende de la semana.

8. ¿Sueles hacer recetas de verdura?
No. Suelo añadir verdura a algunos platos y de forma muy casual. Es algo que debo mejorar pero soy más carnívoro que herbívoro.

9. ¿Cuál es tu mejor receta?
Visichoise con pato a la jardinera aderezado con finas hierbas de azahar y con… bueno vale! pues supongo que mis espaguetis boloñesa con chorizo de Cuenca… empiezo a tener mucha hambre. Las fajitas también me salen bastante decentes.

10. ¿Qué le pides a una persona para que sea tu amiga?
Lo que supongo que la mayoría: que sea una persona de confianza, sincera para lo bueno y para lo malo, que esté ahí cuando la necesite. En realidad lo resumiría con reciprocidad: que me de lo mismo que yo le doy.

11. ¿Cuál es la mejor película que has visto?
Esto es algo más complejo: Matrix, La Vida es Bella, El Retorno del Rey, Equilibrium, El Prestigio… … y el Secreto de sus ojos!! (Que Don Darín me perdone).

Waybackmachine o La máquina de la vergüenza

blog_wayback

Existe en la red de redes una estupenda aplicación online denominada «TheWayBackMachine» que basándose en un extensísimo archivo de webs almacenadas por Internet Machine nos permite mostrar información almacenada de páginas de hace ya unos cuantos años.

http://archive.org/web/web.php

 

Y todo esto viene porque rebuscando entre sus archivos he encontrado escritos míos de hace ya casi 9 años y es bastante sorprendente leer lo que podía escribir con 20 años.

Sorprendente porque no difiere mucho de lo que escribo ahora con 28.

¿Era un visionario entonces o no he avanzado nada en 8 años? 

Por eso me parece interesante llevar un diario, ya sea digital o artesanal, donde volcar lo que uno piensa, lo que a uno le preocupa o lo que uno tiene como objetivos en la vida. Se trata de una herramienta poderosa para descubrir la evolución personal y poder analizarla.

¿Y vosotros, os atrevéis a usar esta Máquina de la Vergüenza?

Chasing the sun

Until forever comes you will find us chasing the sun!

Y seguimos buscando al sol.

En la vida me he encontrado gente de mil y una formas de ser pero todos comparten algo: un objetivo vital.

La diferencia, quizá, resida en lo realista de ese objetivo y lo realista que sea esa persona. Las hay, las que al final terminan siendo felices, que son conscientes de dónde están y a qué pueden aspirar y adaptan sus objetivos a esa realidad. Al final, tarde o temprano, consiguen su meta. En el camino, sin embargo, es posible que hayan sido excesivamente conservadores, que se hayan quedado cortos en la visión y terminen con el sabor agridulce que da la sensación de haberse conformado.

Por otro lado, aunque menos, existen las personas que apuntan tan alto como la imaginación les permite. Sin importarles si aquello que buscan es realizable o persiguen un imposible. Estos son los que pueden terminar devorándose a sí mismos en un constante intento de seguir queriendo más.

¿Cuál es la mejor opción? Creo que como en todo el equilibrio. El punto medio entre no dejar de apuntar alto y apuntar a un sitio que podamos llegar algún día.

Como bien reza la cita: «Apunta a la luna, si fallas terminarás llegando a las estrellas«; lo importante son dos cosas: apuntar a la luna y saber disfrutar si se termina llegando a las estrellas.

Pero no es una tarea fácil y siempre tendremos la sensación de que, o bien nos hemos quedado cortos en el tiro o bien nos hemos pasado toda la vida persiguiendo al sol. 

#Music: The Wanted – Chasing the sun.

Susto

Todo sucede rápido, tan sumamente rápido que el cerebro tiene poca capacidad de reacción.

Y aún así reacciona. Trata de usar todos sus conocimientos y su inconsciente mecanismo de supervivencia para protegerte, para sacarte de esa situación.

Ocurre en décimas de segundo. Pero existe una de esas décimas en las que el cerebro saca una terrible conclusión: no va a ser capaz de hacer más.

Y así deja de analizar posibilidades y se prepara para reducir al máximo el daño.

Los seres humanos somos así en todos los aspectos de la vida. Cuando vemos que la situación nos supera, cuando entendemos que no está en nuestra mano el poder hacer nada más, surge en nosotros el mecanismo innato que trata de reducir al máximo el impacto de aquello que nos pueda herir.

Felizmente, en este caso, todo quedó en un bendito susto.

Desconexión

Creo que de vez en cuando es bueno y saludable parar un momento, desenchufar el cable de alimentación e hincharte los pulmones de aire puro.

Así que durante las próximas 48 horas es exactamente eso a lo que me voy a dedicar: respirar el limpio aire de las alejadas montañas de una sierra perdida, pasar las horas entre risas, lectura, pachangas de fútbol, fiestas patronales y vete-tu-a-saber-qué.

Sumergirme en un lugar apartado en plena naturaleza, más propio de La Comarca de Tolkien que de cualquier otra cosa y terminar de cargar las pilas para lo que está por venir, que no es poco.

Hasta el domingo!