Intensa. Tierna desde el principio. Muy correcta. Entrañable. Cercana.

Puedo pasarme todo el artículo elogiando la «ópera prima» de Emilio Aragón pero sencillamente os diré una cosa: no perdáis la oportunidad de ir a verla.

No es la película del siglo, ni lo pretende ser.

Es sencillamente una historia, plagada de pequeños detalles, la que nos cuenta Aragón durante las dos horas que dura la película.

Ambientada justo al acabar la Guerra Civil española, Pájaros de Papel nos cuenta en voz bajita la historia de unos cómicos españoles y las idas y venidas de sus vidas y de su intento de sobrevivir en una España plagada de represión política y de hambre, mucha hambre.

Imanol Arias, Lluis Homar, Carmen Machi y hasta el pequeño Roger Princep hacen del reparto algo relevante y digno de tener en cuenta. Todos están soberbios, hasta el secundario de Diego Martín en el papel de un oficial fascista.

Aragón además, consigue no mojarse excesivamente en el movedizo tema de la ideología política narrando sin colorear, la historia de las dos Españas, del terror de la guerra y de sus consecuencias. No hay buenos y malos bandos, hay buenas y malas personas.

Hay momentos para la risa, para la reflexión, para el recuerdo y para la lágrima.

Una vez más, querida Sinde, se demuestra que si el cine español hace buen cine, merece la pena pagar la entrada.

Recomendadísima.