Blog personal de Sergio Madrigal donde encontrar textos sobre ciencia y tecnología, psicología, cine y literatura y quizá alguna cosita más.

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Libros de 2013

Como hiciera el año pasado, hoy os traigo la lista de libros que he leído durante el 2013. Están ordenados basándome en mis preferencias y, como novedad este año, he añadido un enlace a su reseña, si la tienen, o una breve descripción en caso de que no.

1. Fábulas de robots – Stanislaw Lem.

Difícil estaba este año en conseguir el número uno. Más que nada porque no he leído una novela que considere que esté muy por encima del resto. Al final he decidido que sea este compendio de fábulas futuristas escritas por Lem la que se lleve el primer premio. La razón fundamental es que es un libro que rebosa originalidad hasta casi desbordarse. Rompe en muchos aspectos las barreras que la ciencia ficción se ha autoimpuesto y nos proporciona momentos realmente mágicos.

2. Palmeras en la nieve – Luz Gabás.

3. La Historia de Tu vida – Ted Chiang.

4. La colina de Watership – Richard Adams.

5. Bajo la misma estrella – John Green.

6. Hijos de la Mente – Orson Scott Card

No llegué a tiempo para hacerle una reseña en condiciones pero con Hijos de la Mente, Card cierra un ciclo majestuoso en cuanto a las novelas de ciencia ficción se refiere. Con un final acorde al nivel de toda la obra, Ender Wiggin termina su periplo por las estrellas de una forma inolvidable. Sin lugar a dudas la saga completa merece estar entre las mejores de su género.

7. Mendigos en España – Nancy Kress.

8. Reyes de la Arena – George R.R. Martin.

Cayó en mis manos casi de casualidad y precedida de lo que supone ser una obra del gran Martin. Y no decepciona en absoluto. Corta pero muy intensa, Reyes de la Arena es un ejercicio de ficción divertido y ameno. Un Cuento en mayúsculas.

9. Festín de Cuervos – George R.R. Martin.

Cuarta entrega de una de las mejores sagas de narrativa fantástica. Su mayor problema es la grandiosidad de su predecesora: Tormenta de Espadas. En Festín de Cuervos, George RR Martin desarrolla, o enrolla según se mire, su particular mundo de Poniente. Esta vez, y quizá esta sea la losa que aleja a esta obra de las demás, centrándose en personajes secundarios y haciendo al lector intuir por encima qué sucede con los principales. Danza de Dragones, la quinta parte, contemporánea a Festín de Cuervos, parece resolver este entuerto. Lo veremos este año.

10. El Imperio Final – Brandon Sanderson.

11. Esta usted de broma Sr. Feynman? – Richard P. Feynman.

Cuando conoces la historia de Richard P. Feynman te das cuenta de que para ser un genio hace falta estar un poco loco. Desternillante en muchos momentos, ¿Está usted de broma Sr. Feynman? nos relata la historia de la vida del genial físico contada por él mismo. Y esto es lo que la hace interesante: él justifica sus locuras.

12. El Sol Desnudo – Isaac Asimov.

13. Cita con Rama – Arthur C. Clark.

Cita con Rama es una de las novelas que aparece en la práctica totalidad de listados de recomendaciones literarias de ciencia ficción. Por algo es. Para mi no llegó a convertirse en una de las grandes, tal vez por ser especialmente científica y poco fantástica. Eso sí, el final te obliga a leerte las secuelas.

14. Mendigos y Opulentos – Nancy Kress.

15. Isaac Asimov – Bovedas de acero.

16. El Gran Gatsby – Franscis S. Fitzgerald.

17. El Color de la Magia – Terry Pratchet.

18. Isaac Asimov – Yo, robot.

19. Elric de Melnibone – Michael Moorcock.

20. Carrie – Stephen King.

Me leí Carrie sin saber que existiría un remake este año y, sinceramente, no la recuerdo con especial simpatía. Pese a su corta longitud, me resultó tremendamente pesada de leer. Muy lejos de dar ninguna sensación de miedo, el excesivo uso de recursos periodísticos como herramientas para contar la historia no le beneficia. Mucha gente me ha reconocido que no es una sabia elección para comenzar con la bibliografía de King.

21. El arte de no amargarse en la vida – Rafael Santandreu.

Es curioso pero este es el único libro de psicología que me he leído durante 2013. Obviamente no contamos con los artículos o publicaciones online, pero a diferencia de otros años, solo El arte de no amargarse en la vida ha terminado cayendo en mis manos. Y digo psicología por no decir autoayuda, que es a lo que se acerca en muchas fases de la lectura. Interesante por la visión buenrollista que transmite.

22. Dan Brown – Inferno.

23. El bolígrafo de gel verde – Eloy Moreno.

24. El Principe – Maquiavelo.

Mi curiosidad por la obra de Maquiavelo se fraguó hace un año cuando vi su estatua en la Galería de la Academia en Florencia. El Príncipe es más un tratado o un ensayo que una novela y eso dificulta bastante su lectura. Curioso en algunos momentos y tedioso en otros. Transmite en muchas ocasiones la forma de pensar de la época.

25. Sinhue el egipcio – Mika Watari.

Siempre había estado en la lista, siempre había querido leerlo porque la civilización del Antiguo Egipto me parece una de las más interesantes, pero es que es infumable. Lento, inverosímil, inconexo, a veces hasta incomprensible, Sinhué el egipcio pretende relatar una historia que no lo es, de un personaje que no existió pero que podría haber sido faraón en una época tumultuosa. Consigue, todo sea dicho, que el lector comprenda la diversidad religiosa que imperaba en el Egipto de la época y la importancia de los dioses para la sociedad. También pone de relieve la figura de Akenhaton, el faráon de Atón y su vano intento por desarrollar una profunda reforma que alejase del poder a las élites religiosas. Pero se derrumba en tantos aspectos como novela que ha sido la que más me ha costado terminar de este 2013.

Como podéis ver, la inmensa mayoría de libros de 2013 tienen un denominador común: la ciencia ficción/fantasía. Quizá este 2014 debería intentar diversificar un poco más el género y probar con otras temáticas. En un año lo veremos.

Repasando los propósitos de 2013

Resulta cuanto poco curioso, un año después, analizar los propósitos que dejaste escritos y ver hasta que punto has tenido éxito durante todo este tiempo.

Antes que nada, he de reconocer que cometí dos errores de bulto a la hora de definir mis propósitos para 2013.

Por un lado la falta de definición explícita del objetivo. Muchos, más allá de propósitos, se acercan más al concepto de “deseos” sin dejar claro en qué caso se puede considerar como completado el propósito y en qué caso no.

Por otro, el exceso de ellos. He aprendido que el que mucho abarca termina por no tener la energía suficiente para completarlo todo. Reconocer que disponemos de un depósito limitado de combustible vital me está costando bastante de entender, pero poco a poco lo voy asumiendo.

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Pero no nos liemos, a la lista, que es a lo que habíamos venido.

1. Disfrutar de la vida. Es el primero porque es el más importante. Este 2012 ha tenido momentos geniales y momentos bastante complicados que me han llevado a la conclusión de que estamos en este mundo para disfrutar de cada uno de los momentos que nos brinda la vida rodeados de la gente que queremos.

El primero en la frente. Esto ni es propósito, ni objetivo, ni “na de na”. Esto es como decir: voy a ver el azul del cielo más azul. Podría llegar a decir que este año he aprendido a valorar más los momentos sin pensar demasiado en lo que esté por venir. Pero no siempre es la mejor opción.

2. Crecer cultural y profesionalmente. Uno de los leitmotivs de la vida es, sin lugar a dudas, la percepción de crecimiento personal. Y esto en gran medida se consigue mejorando tus capacidades y tus aspiraciones. Este año que empieza va a ser importante en esto y por ello quiero formarme incansablemente desde el día 1.

Otro propósito ambiguo. En este caso sí que puedo decir que en su mayor parte lo he llevado a cabo. He seguido formándome y creciendo a todos los niveles. El mejor ejemplo es, sin duda, mi cambio de trabajo hace unas pocas semanas que supone la culminación a un año de cambios y desafíos y el inicio de una nueva etapa ilusionante.

3. Mens sana in corpore sano. Quiero tener un equilibrio mental/físico que me lleve a cumplir el primer objetivo con garantías. Por eso quiero imponerme una disciplina deportiva mayor de la que ya tengo.

Ha sido complicado, pero en líneas generales he mantenido una constante deportiva durante todo el año. La mejor forma de sentirse bien con uno mismo en todos los ámbitos de la vida pasa por ese equilibrio del que hablaba en el propósito. Y realmente funciona. Un año después sigo esforzándome por subir un poco más alto o correr un poco más lejos cada día.

4. Leer 50 libros.

Para uno que defino claramente y suelto esta bravuconada. No obstante, a pesar de todo, 25 han sido los libros que he leído este año, superando los 20 del año pasado, lo cual no está nada mal.

5. Tocar 12 piezas de piano.

Esto ya si que es insostenible. Han sido 2, que algo es algo, pero el piano sigue siendo mi talón de Aquiles personal: es el duro pero realista ejemplo del quiero y no puedo.

6. Visitar un nuevo país.

Por desgracia este año no he tenido la oportunidad de salir de España y queda en el Debe de mi cuenta personal el cumplirlo.

7. Certificarme. Conseguir el pleno de CCNAs y quizá el CCDP, amén de otras certificaciones: inglés, Juniper, VMWare, Microsoft…

Conseguí obtener los CCNA de Seguridad y de Voz lo cual ya es un gran paso que completó mi peregrinación por las certificaciones de Cisco, de momento.

8. Concentrarme para llevar el blog/redes sociales/proyectos personales al día.

Se puede decir que he mantenido cierta constancia en todos ellos, pero me sigue faltando la regularidad que me gustaría y, en muchos aspectos, la coherencia en la temática.

9. Concluir con éxito uno o varios proyectos profesionales.

Todavía ando detrás de la “idea” que me impulse a dar el salto de nuevo hacia el mundo emprendedor. Creo que todo el paso por el 49k y por Walá! trajo un desgaste del que todavía estoy recuperándome.

10. Ser capaz de hacerlo todo y sentirme bien con cada cosa que hago. En definitiva: ser feliz.

Y el último pero no por eso el peor, es un refrito del primero pero con el toque anuncio de compresas. Supongo que tenía la intención de llegar a 10 y tuve que terminar rellenando con lo que se me ocurrió.

Al final, lo importante es la segunda parte del propósito, la de sentirse bien con cada cosa que uno hace a pesar de que no se alcance lo que inicialmente se deseaba. Resumiendo, he de reconocer que pese a la indefinición de muchos de los objetivos, el balance de 2013 ha sido positivo y además deja la puerta abierta para que 2014 sea un año de crecimiento y de mejora continua.

Tras este breve análisis de los objetivos/propositos/deseos/y otros del 2013 ya estoy preparando la lista para 2014, en la que obviamente volveré a cometer el error de creerme capaz de llegar más lejos todavía.

Pero de eso se trata, de apuntar alto, tan alto como a la luna si hace falta, si uno falla, termina yendo hacia las estrellas.

Propósitos para 2013

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Y ya volvemos a estar aquí, un año después, revisando un poco cómo ha terminado este 2012 y planificando lo que queremos que sea el 2013.

Analizando la lista de propósitos de este 2012 podríamos decir que, en líneas generales, el resultado es positivo.

Aunque sigo sin ser del todo puntual, he mantenido un ritmo más o menos continuo de ejercicio, he conseguido superar las 20 libros leídos este año, ya soy todo un señor CCNP, he estado hace relativamente poco visitando la Toscana, y bueno, creo que mi inglés ha mejorado con respecto al año pasado.

En la parte del debe están los proyectos por terminar, que han crecido durante este 2012 y que deben tener una continuidad en 2013 y, sobretodo, esa sensación de tomarme la vida en momentos críticos con mucha más filosofía de lo que me la he tomado este año.

Así que aquí van los nuevos propósitos para este año 2013:

1. Disfrutar de la vida. Es el primero porque es el más importante. Este 2012 ha tenido momentos geniales y momentos bastante complicados que me han llevado a la conclusión de que estamos en este mundo para disfrutar de cada uno de los momentos que nos brinda la vida rodeados de la gente que queremos.

2. Crecer cultural y profesionalmente. Uno de los leitmotivs de la vida es, sin lugar a dudas, la percepción de crecimiento personal. Y esto en gran medida se consigue mejorando tus capacidades y tus aspiraciones. Este año que empieza va a ser importante en esto y por ello quiero formarme incansablemente desde el día 1.

3. Mens sana in corpore sano. Quiero tener un equilibrio mental/físico que me lleve a cumplir el primer objetivo con garantías. Por eso quiero imponerme una disciplina deportiva mayor de la que ya tengo y seguir a rajatabla el ruego:

«Señor dame fuerza para cambiar aquello que pueda cambiar, la serenidad necesaria para aceptar aquello que no y sabiduría para comprender la diferencia».

4. Leer 50 libros.

5. Tocar 12 piezas de piano. (1 al mes).

6. Visitar un nuevo país.

7. Certificarme. Conseguir el pleno de CCNAs y quizá el CCDP, amén de otras certificaciones: inglés, Juniper, VMWare, Microsoft…

8. Concentrarme para llevar el blog/redes sociales/proyectos personales al día.

9. Concluir con éxito uno o varios proyectos profesionales.

10. Ser capaz de hacerlo todo y sentirme bien con cada cosa que hago. En definitiva: ser feliz.

Sí, entiendo lo que estaréis pensando, pero en lugar de creer que he apuntado demasiado alto, tengo la sensación de que este 2013 debe ser un año en el que ser ambicioso. En el que marcarse objetivos que verdaderamente supongan un desafío, con la esperanza de acabar habiéndolo, al menos, intentado con todas las fuerzas.