Blog personal de Sergio Madrigal donde encontrar textos sobre ciencia y tecnología, psicología, cine y literatura y quizá alguna cosita más.

Año: 2010 (página 1 de 5)

París – Día 1 – Mañana.

El despertador sonó. Y no, no había sido un sueño. Eran las 8.00 de una nublada mañana de Invierno y estábamos en París.

Ducha rápida. Que toca desayunar. ¡Esos sí que son croissants!

Sevrés-Lecourbe a Bir-Hakeim. El metro nos sorprende por su puntualidad y por su frecuencia. Aunque también por sus precarias infraestructuras. En menos de 20 minutos bajamos del metro. Seguimos a la gente. Al cruzar la calle veo una típica Brasserie y un Bistró. Todo parece sacado de alguna pelicula. Me acuerdo de Amélie.

De pronto, al girar una de las esquinas aparece imponente. Tanto que sin querer me emociono. Es la de verdad, la que tantas veces he visto en fotos, en el cine, he imaginado en las páginas de algún libro. E impresiona infinitamente más. La torre Eiffel nos da la verdadera bienvenida a París.

Paseamos, nos hacemos fotos, alucino con la ingeniería que lleva detrás la construcción y comienza el verdadero plan de la mañana.

Subimos al segundo piso. Se ve todo París. Al menos todo lo que los ojos son capaces de atisbar. Es enorme. A lo lejos vemos Notre Dame, el Sagrado Corazón y la zona moderna de París.

Una vez abajo contiunamos con el plan. Un crucero por el Sena. Pasamos por varios de los puentes más importantes de la ciudad. El Pequeño y el Gran Palacio. La Asamblea Nacional. El puente de los Inválidos. La arquitectura de esta ciudad me ha enamorado. Hasta la Estatua de la Libertad (la pequeña). Incluso pasamos junto a la Plaza de la Concordia, antes conocida como Plaza de la Revolución. Allí guillotinaron a Luis XVI y Maria Antonieta. Historia pura ante nuestros ojos.

Luego hay que coger fuerzas y es aquí donde Sheila se enamora del chocolate francés. Esto son crêpes de verdad. Saborear una delicia culinaria a la orilla del río Sena es mucho más de lo que podía pedir.

La mañana está llegando a su fin y decidimos adelantar un poco el plan y dirigirnos ya hacia el Palacio de Versalles.

Sin lugar a dudas la mañana ha sido espectacular y ha ido mucho más allá de lo que había podido imaginar. Esta ciudad tiene algo en el ambiente, en el aire, que la convierte en especial sólo con estar paseando por sus calles. Hay tanta historia alrededor…

París – día 0.

El viernes pasado Sheila y yo hicimos una pequeña escapada a la capital de Francia con la intención de celebrar nuestro segundo aniversario, en los próximos posts intentaré poner un poco en orden las sensaciones que extraje del viaje.

Ese propio viernes nuestro avión salía a las 19.20 de la tarde. Durante la mañana estuvimos ultimando las compras de última hora y terminando de hacer la maleta. Resulta muy curioso lo que pesan unos calcetines o una bolsa de aseo cuando tienes que ajustarte a 15 kg. Una vez en el aeropuerto he de reconocer que los nervios aparecieron: facturar la maleta, que las dos de mano cumplan con las medidas (Ryanair no se fijó ni en la ida ni en la vuelta), los bolsos dentro de las maletas, y por fin, después de una media hora de espera en la puerta de embarque: el avión.  Y más nervios.

A Sheila, que ya había volado en avión (pero en un Airbus 330-200), por poco le da algo al ver la «tartana» que es un Boeing 737-800. Nos sentamos al lado de la ventanilla. Las indicaciones de las azafatas y a volar.

El despegue fue muy bien (para ser una tartana) y de camino nos encontramos turbulencias pero nada que no superase la emoción de estar llegando a la ciudad del amor.

Una vez aterrizamos tras rebotar dos veces en el suelo nos encontramos en un pequeño aeropuerto a 80km de París. Beauvais. De allí rápidamente cogimos un Bus. Todo estaba oscuro hasta que un «ooooh» nos despertó del sueño: a lo lejos se veía imponentemente iluminada la obra de Gustave Eiffel para la Expo.

Una vez en París, nos quedaba el último trayecto, en metro, hasta nuestro hotel. Llegamos a las 12, cansados del viaje, pero ilusionadísimos por encontrarnos en pleno centro de París y con 3 días por delante para ver aquello que sólo con los propios ojos uno es capaz de disfrutar. Calentitos, en una habitación desde la que veíamos las calles de un París precioso en diciembre.

La tele francesa nos ayudó a conciliar el sueño pensando en que al día siguiente nos esperaba la gran Torre Eiffel, un paseo por el Sena y el suntuoso Palacio de Versalles.

A bientôt!

Canción : Sous le ciel du París.

La sabiduría, la justicia y el amor.

En un mundo donde parece que ya nada tiene sentido. En el que la ética, la razón humana y la bondad han sido asesinadas por el poder, el dinero y la corrupción, uno se levanta cada mañana con la sensación de luchar contra gigantes invisibles.

No podemos caer en el desánimo de no creernos capaces de cambiar el mundo, de que nuestro aporte, por pequeño que sea, no servirá de mucho hoy y en el futuro. Tenemos el síndrome del grano de arena frente al desierto.

Por una vez, aquí, ahora, creamos en nosotros mismos, en nuestra capacidad de generar un cambio, de hacer las cosas bien, de plantarle cara a las injusticias de la vida cometidas por personas sin escrúpulos ni dignidad.

Ya es hora de que entiendas que tus manos, tu mente, tus palabras y tus acciones tienen repercusión y perdurarán como ecos en la eternidad.

Y si no lo crees, dedícale sólo 3 minutos de tu vida a leer lo que una sola persona, un buen día, dejó escrito en la historia.

«Vengo esta noche a esta magnífica casa de culto porque mi conciencia no me deja otra opción.
Una verdadera revolución de valores posará sus manos sobre este mundo y hablará acerca de la guerra:
«Esta forma de solucionar nuestras diferencias no es justa».
Este negocio de quemar seres humanos con Napalm,
de llenar los hogares de nuestra nación con huérfanos y viudas,
de inyectar drogas infectadas de odio en las venas de personas humanas normales, de enviar a hombres a sus casas después de haber vivido batallas oscuras y sangrientas, física y psicológicamente discapacitados,

¿no puede ser esto solucionado con Sabiduría, Justicia y Amor?.»

Martin Luther King – 4 de Abril de 1967.


La Realidad Aumentada

Una de las grandes desconocidas para muchos y que con la llegada masiva de los terminales de telefonía móvil de nueva generación es más que probable que sea protagonista en 2011 es la conocida como realidad aumentada.

Según nuestra querida Wikipedia, por Realidad Aumentada (RA) entendemos una visión directa o indirecta del mundo real cuyos elementos se combinan con elementos virtuales para la creación de una realidad mixta a tiempo real.

Es decir, que vemos superpuestos en una imagen real, elementos virtuales. Esto ha tenido últimamente mucha aplicación en generaciones de juegos en dispositivos móviles que incluían cámara integrada o incluso con la llegada de Playstation Move o Kinect. Sin embargo su aplicación más interesante tiene mucho que ver con el día a día y con las cosas más cotidianas que hacemos constantemente.

Para muestra un botón:

Como podéis ver, las posibilidades en dispositivos portátiles son extraordinarias y esto nos va a permitir situarnos con nuestro terminal en un punto y obtener información al instante de todo cuanto nos rodea.

Llegará el día en que llegaremos a esto:

El ‘gen’ del liderazgo.

Últimamente (y hablo de más de un año a esta parte) he estado ojeando bastantes documentos acerca de conceptos muy de moda dentro del mundo empresarial como el «coaching», el liderazgo o el ser emprendedor.

A eso hay que sumarle interminables debates con @bitelemental (web) sobre todo el tema de las start-ups y la dificultad de emprender en España y especialmente en Valencia.

Siempre he pensado que hay dos tipos de personas a nivel profesional: aquellas que son conformistas y las que no lo son. Ninguno de los dos tipos es mejor que el otro y ambos tienen sus ventajas y sus inconvenientes pero creo que a mi me ha tocado (por suerte o por desgracia) ser del segundo tipo.

Y todo esto viene a que creo ciegamente en la existencia de un ‘gen’ (y que me perdonen los genetistas) del liderazago. Algo que corre por tus venas, por tu propia esencia y que te empuja inexorablemente a querer crear, diseñar, desarrollar y en definitiva liderar proyectos que sumen, que solucionen, que amplíen perspectivas en este mundo. Pero es importante que a ese gen lo acompañen otros como los del esfuerzo, la motivación incansable y la paciencia infinita.

Ya hablaremos otro día de las circunstancias y los elementos que hay que añadir para que la mezcla funcione.

¿Y tú? ¿Tienes el ‘gen’?

Gestion de armas e inventario en Final Fantasy XIII

Muchos sabéis que últimamente ando jugando mucho a laPS3 (dentro de nada podré considerarme un hardcore gamer) gracias, o por culpa de, el famoso Final Fantasy XIII del que ya os he hablado aquí.

Una de las características propias de un título de este tipo es la capacidad que se tiene para evolucionar distintos aspectos de los personajes que intervienen. En este caso, uno de los elementos fuertes del Final Fantasy XIII es su complejo sistema de evolución de armas y accesorios. Cada personaje (y son 6) dispone de 3 armas posibles, cada una de las cuales puede evolucionar en 3 formas distintas. Para ello hace falta emplear materiales que uno va encontrando en las batallas que realiza o bien comprándolos en las tiendas a lo largo del juego.

El juego realiza unos cálculos para así obtener cuántos elementos de este u aquel tipo son necesarios, pero esa información no es sencilla y simple de ver. Por ello, algún alma caritativa ha desarrollado una completísima hoja en Excel donde podremos ver la evolución de nuestras armas y accesorios y qué elementos necesitamos para ello.

Os la dejo en el enlace de más abajo y, aunque no tengáis el juego, os animo a que simplemente hojeéis el archivo para alucinar con el trabajo que se ha pegado la persona que lo haya hecho.

http://dl.dropbox.com/u/5219713/FF_XIII.xls

Vía | http://www.gamefaqs.com/boards/928790-final-fantasy-xiii/54042267/595087058

Más que un derbi

Esta noche a las 21.00 juegan el F.C. Barcelona y el Real Madrid el que todos los años se denomina el partido del siglo.

Este año, es bastante probable que así sea.

Hoy, durante 90 minutos se van a contraponer dos ideas futbolísticas completamente antagónicas pero igual de válidas. El fútbol de toque de Guardiola contra el fútbol de vértigo de Mourinho. La paciencia contra la potencia.

Todas las casas de apuestas otorgan al Barcelona una ligera ventaja. Parece que Mourinho y sus jugadores lo van a tener especialmente complicado (más sumando la probable baja de Gonzalo Higuaín) pero son estos partidos los que convierten a los jugadores en verdaderos héroes. Hoy más que nunca el esfuerzo y las verdaderas ganas de triunfar van a ser determinantes. La psicología del triunfo se las ve de frente y ante millones de espectadores con la psicología del jugad felices. Dos ideas distintas pero que les han servido a ambos entrenadores para alcanzar la tríada de títulos más ansiada por cualquier equipo de fútbol de élite.

Pero voy más allá, hoy se enfrenta lo que muchos llaman humildad (y yo llamo falsa modestia) contra lo que muchos llaman prepotencia (y yo denomino orgullo). Hoy se enfrentan dos modelos de concepción del fútbol y dos ideologías en una batalla sin precedentes y que probablemente no tenga parangón en los años venideros.

Hoy disfrutaremos (o sufriremos) con los mejores jugadores de la historia del fútbol reciente juntos en un terreno de juego. Ya no hará falta jugar al PES 2008 con su «All Star». Hoy los tenemos a todos.

Bienvenidos al verdadero espectáculo del fútbol.

Esto, sin lugar a dudas, es mucho más que un derbi.

La realidad es que somos personas

Me gustaría explicaros dos escenas que se han dado esta mañana y que pese a que son dos cosas que nada tienen que ver, me han hecho reflexionar sobre la perspectiva con la que muchas veces miramos las cosas:

Escena 1: En la cola de una pollería de un pueblo cualquiera de este país, una mujer dialoga con la dependienta y se queja de la actual situación: «es que no hay trabajo», «vas al Paro y sólo vas para hablar con la gente», «las empresas ya no quieren más Currículums Vitae». Su pareja asiente con la cabeza, «lleva desde Verano sin trabajar y es angustiante… todo el día sin hacer nada«, «eso quema mucho sabes?». En ningún momento, en esa conversación, se habla de que en este «tiempo sin hacer nada» se dediquen esfuerzos a mejorar la formación: cursos, estudios de mayor nivel… simplemente se «espera a ver si hay suerte». La conversación termina con un «bueno, ya te contaré, por de pronto esta noche nos vamos de fiesta».

Escena 2: De vuelta de recoger el pan, me cruzo con un padre y una niña de unos 4 o 5 años. Ambos son árabes (no musulmanes porque no tengo ni idea, ni me interesa, la religión que profesan). Él le está explicando con el cariño de un padre cómo se cuenta en castellano (sí, en castellano, no en un idioma islamista) del 1 al 6. La escena destila candidez por todos los poros. Ambos, por si importase después de todo, visten de forma completamente occidental: nada de burkas, ni de sábanas.

No voy a opinar más, simplemente dejo estas dos escenas para que, quien quiera, reflexione un poco sobre esta maldita crisis, sobre la xenofobia y el racismo que se está generando de forma indiscriminada y, sobretodo, para que se intente ver quiénes son los culpables de todo esto. Parafraseando a aquél que tuvimos por presidente del gobierno «creo que los culpables no se encuentran en desiertos muy remotos, ni en montañas muy lejanas».

El Secreto de las Tortugas

«… y ahora estamos camino de la frontera y disfrutando a poquitos la vida entera…»

Escuchando esta reversión de Maldita Nerea de un tema que hicieron hace tiempo con Los delinqüentes me viene a la cabeza la sensación de que muchas veces nos encontramos perdidos en un mundo plagado de necesidades que nos hemos ido creando con el tiempo. Esas necesidades, en realidad, nunca han existido pero una sociedad orientada al consumo desmesurado nos empuja de forma incosciente a querer más y más.

Pero si en este torbellino de deseos diferentes nos paramos y somos capaces de ver las cosas con más perspectiva, saliéndonos de nuestra propia concepción de la sociedad y olvidándonos de esos axiomas con los que la televisión, nuestro entorno y el resto de estímulos nos han programado, seguramente caeremos en la cuenta del descoumnal engaño en el que vivimos.

Tener más no es sinónimo de ser más feliz, más bien al contrario, tener más seguramente conllevará querer más y, por ende, necesitar más.

De vez en cuando hay que recordar cosas como «la alegría que se lleva al miedo, los buenos ratos, el sol de Enero y ver contigo cada amanecer.»

Porque… «probablemente no encontremos el camino, pero nos sobrarán las ganas de volar».

Y ése es el verdadero secreto de las Tortugas: hacer las cosas despacito y disfrutándolas al máximo.

Crítica: Los ojos de Julia.

Anoche tocaba sesión semanal de cine con Sheila y esta vez íbamos a ver una que a los dos parecía que nos iba a gustar: «Los ojos de Julia», protagonizada por Belén Rueda y que venía con la vitola de parecerse a «El Orfanato».

Sin lugar a dudas fue todo un acierto.

La pelicula en sí es una pequeña obra maestra del cine de suspense. Guillem Morales, el director de esta cinta, consigue transmitir desde el primer segundo la sensación de estar en un entorno de visibilidad reducida: tonos grises, oscuridad, falta de claridad hasta incluso hay momentos en que parece que veas doble.

La historia engancha y sobretodo te mantiene alerta durante todo lo que dura la película con lo que pasas un buen rato en tensión. Si a esto le añadimos la actuación de una genial Belén Rueda, que nunca defrauda, y del fabuloso Lluís Homar (al que la academia debería premiar cada año) tenemos una mezcla deliciosa que te hace disfrutar como un enano.

La música y la fotografía muy correctas.

El final, fabuloso.

Vamos, que no sé qué hacéis que no la habéis visto ya.

Valoración: 8,5 / 10