Queda ya poco para que los exámenes terminen y con ellos un mes para el olvido. A veces uno trata de darlo todo y se queda corto. Otras, en cambio, sencillamente no da todo lo que debería.

En el primer caso, es frustración por no conseguir los objetivos lo que uno siente, en el segundo caso, el sentimiento es más cercano al enfado con uno mismo.

Lo dicho, el verano al caer, y la pre-temporada calentando motores.